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La gente piensa que la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia son enfermedades de personas mayores. Si bien la incidencia de la demencia aumenta con la edad, las semillas de la demencia pueden sembrarse mucho antes.
De hecho, el daño al cerebro puede comenzar en la infancia, por ejemplo, cuando los bebés están expuestos a altos niveles de contaminación del aire. Ése y otros factores de riesgo continúan hasta la mediana edad y más allá.
Afortunadamente, las investigaciones están acumulando evidencia de que hay mucho que podemos hacer a cualquier edad (desde la niñez hasta la vejez) para proteger nuestro cerebro de los estragos del deterioro mental.
En este artículo, describiré descubrimientos científicos recientes sobre causas importantes de la demencia, además de recomendaciones para prevenir o retrasar el deterioro mental. Después de todo, “todos queremos que nuestra esperanza de vida cognitiva coincida con nuestra esperanza de vida; no podemos esperar hasta que aparezcan signos de deterioro cognitivo. Debemos ser proactivos ahora”. Estas palabras de Lisa Mosconi, directora asociada de la Clínica de Prevención del Alzheimer del Weill Cornell Medical College, pueden servir como grito de guerra.
12 factores de riesgo para la demencia
La “demencia” se define como un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento normal, la comunicación y la capacidad de razonamiento, lo que a veces dificulta que quienes la padecen realicen incluso tareas simples de cuidado personal, como bañarse y comer. La enfermedad de Alzheimer causa la mayoría de los casos de demencia.
Recientemente, un análisis de estudios a gran escala ha proporcionado pruebas sólidas de que 12 modificable Los factores de riesgo representan el 40 por ciento de la demencia, según informes de 2020 de la Comisión Lancet, un grupo de 28 expertos que realizó un estudio exhaustivo de las investigaciones disponibles. Si bien estos no son los únicos factores de riesgo de demencia, son responsables de una gran parte del problema. La “Docena Peligrosa”, como los he llamado, incluye:
- Consumo excesivo de alcohol
- Lesión craneal
- La contaminación del aire
- Mala educación en la primera infancia
- Pérdida auditiva en la mediana edad
- Presión arterial alta (hipertensión)
- Obesidad
- De fumar
- Depresión
- Aislamiento social
- La inactividad física
- Diabetes
Otros factores también influyen en el riesgo de demencia, incluido el estrés crónico, la falta crónica de sueño, ciertos medicamentos y sustancias químicas nocivas en productos y cosméticos para el hogar, pesticidas y otras sustancias químicas tóxicas. Los genes y los antecedentes familiares también influyen. Lo bueno es que incluso ciertos tipos de riesgo genético pueden reducirse mediante los cambios en el estilo de vida que se analizan a continuación.
Otro potente factor de riesgo: su sexo
Me sorprendió saber que de todos los que acaban con Alzheimer, 2/3 son mujeres. Una razón: según el Dr. Mosconi, la pérdida de hormonas protectoras como el estrógeno durante la menopausia hace que el cerebro de las mujeres sea más vulnerable al deterioro cognitivo. Si eres mujer, considera poner en marcha inmediatamente un programa de prevención como el siguiente para prevenir o retrasar la demencia en tu caso.
Qué puede hacer para controlar los 12 factores de riesgo clave
1. Limite el consumo de alcohol.
Beber en exceso interfiere con la capacidad del cerebro para generar nuevas neuronas y provoca una contracción en el centro de la memoria del cerebro (el hipocampo), además de ponerlo en mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad y daño cerebral grave. Los CDC recomiendan no beber nada o hacerlo con moderación: no más de dos tragos estándar por día para hombres y uno para mujeres. Más aquí. Si tiene un problema con el alcohol, busque ayuda: AA es gratuito y funciona para muchas personas. Consulte o reciba terapia de un especialista en abuso de sustancias.
2. Prevenir lesiones en la cabeza.
Las caídas y las lesiones en la cabeza causan daño físico al cerebro e interrumpen la función cerebral normal. Evite caídas en casa, use el cinturón de seguridad y use el equipo de seguridad adecuado cuando haga ejercicio. Considere guiar a su hijo hacia deportes sin contacto. Si un adulto o un niño sufre una conmoción cerebral, siga las pautas para realizar actividades seguras y curarse aquí.
3. Evite la contaminación del aire.
Los efectos de la contaminación del aire en la salud física y mental tanto de niños como de adultos son dramáticos y provocan mayores incidentes de asma, enfermedades pulmonares, mortalidad y hospitalizaciones. Las personas mayores también pueden sufrir los daños causados por la contaminación del aire. Investigaciones recientes muestran que las personas mayores que vivieron en un ambiente altamente contaminado durante solo tres años tenían un mayor riesgo de demencia y también una mayor tasa de problemas de salud mental como la depresión. Algunas ideas útiles:
- Descargue la aplicación de la EPA, Aire ahoray utilícelo para guiar su actividad al aire libre. Si pertenece a un grupo de edad vulnerable o tiene problemas de salud crónicos, evite salir durante los días de mala calidad del aire.
- ¡Hagamos de la reducción de la contaminación del aire una cuestión bipartidista! ¿Alguien realmente quiere respirar aire tóxico? Abogue por un aire y un agua más limpios uniéndose a una organización ambientalista, escribiendo una carta al editor o a su representante, o asistiendo a reuniones comunitarias y hablando. Apoyar mejores estándares de emisiones de vehículos, energía renovable y transporte público eficiente.
- Reduce la contaminación del aire en tu propia casa. Apague las luces innecesarias, desenchufe los electrodomésticos cuando no los esté usando y compre purificadores de aire si es necesario.
4. Proporcionar educación temprana a todos los niños.
La idea actual es que la “reserva cognitiva”, un depósito de habilidades, conocimientos e información en el cerebro, podría mejorar o prevenir algunas formas de demencia. Posible solución: la guardería, la educación preescolar y la educación primaria y secundaria podrían ser gratuitas y estar disponibles para todos los niños.
5. Prevenir la pérdida de audición.
La pérdida de audición puede interferir con el procesamiento mental. Para prevenir el deterioro mental, utilice audífonos si los necesita. Para proteger sus oídos, evite ambientes ruidosos y niveles elevados de ruido, como aprendí de una dolorosa experiencia personal.
6. Mantenga baja su presión arterial.
La presión arterial alta daña las arterias, lo que puede provocar coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares, reducción del flujo sanguíneo y la nutrición del cerebro y demencia vascular. Consulte con su médico sobre este tema y decidan juntos si los medicamentos le ayudarán. Mientras tanto, reduzca su consumo de sal, haga ejercicio con regularidad, pierda peso y controle el estrés.
7. Evite la obesidad.
La obesidad está asociada con numerosos riesgos para la salud, incluida la diabetes (consulte el punto 12 a continuación), enfermedades cardíacas y algunas formas de cáncer. Sigue un plan de alimentación saludable, como la dieta mediterránea. Limite o elimine la comida chatarra, los alimentos altamente procesados y las bebidas y refrigerios azucarados. Evite las dietas de moda.
8. Deje de fumar y evite el humo de segunda mano.
Fumar cigarrillos sigue siendo la principal causa de muertes evitables en los EE. UU. Si bien la mayoría de la gente sabe que fumar daña el corazón y los pulmones, fumar también adelgaza la corteza (el área del pensamiento) del cerebro, según una investigación. Una corteza más delgada se asocia con el deterioro mental. No te contamines.
9. Encuentre tratamiento para la depresión.
La depresión está altamente correlacionada con el desarrollo de demencia, y la demencia también puede provocar depresión. Tratar la mente es bueno para el cerebro.
10. Conéctese con los demás.
Un estudio reciente (2020) encontró que la participación social regular puede brindar cierta protección contra la demencia. En los escáneres cerebrales, los participantes del estudio con niveles más altos de participación social mostraron una estructura cerebral más saludable que aquellos con niveles más bajos de participación social. Los investigadores advierten que este estudio no prueba la causalidad, pero sí sugiere que la participación social activa puede “prescribirse” como preventivo de la demencia.
11. Haga ejercicio y manténgase físicamente activo.
Una gran cantidad de investigaciones afirman los beneficios para la salud física y mental del ejercicio regular. Adopte un programa de ejercicio formal si es posible. Manténgase activo con “refrigerios para hacer ejercicio” y tareas domésticas. Según estudios recientes, el ejercicio puede incluso prevenir la progresión del deterioro cognitivo leve (DCL) a una demencia más grave.
12. Prevenir la diabetes.
Debido a que la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, aumenta el riesgo de demencia vascular. “Este tipo de demencia se produce debido a un daño cerebral que a menudo es causado por una reducción o bloqueo del flujo sanguíneo al cerebro”, según la Clínica Mayo. Su médico puede recetarle los medicamentos adecuados, así como brindarle orientación sobre cómo controlar el azúcar en la sangre, hacer ejercicio y seguir una dieta saludable.
Estas sugerencias no son de ninguna manera las únicas herramientas posibles en su caja de herramientas para un cerebro sano. Las investigaciones señalan muchos otros factores como posibles preservadores del cerebro, incluidos estos: desafiar a su cerebro con actividades nuevas e interesantes, encontrar un propósito motivador en su vida, cultivar una mentalidad optimista, dormir de 7 a 9 horas por noche, prevenir la enfermedad periodontal, leer, comer una dieta de estilo mediterráneo y bailar. Sí, bailando.
En Estados Unidos y otros países avanzados, el número de personas con demencia ha aumentado. Pero el porcentaje El número de personas con demencia ha disminuido debido a mejores prácticas médicas y cambios en el estilo de vida como los citados anteriormente. Aún así, es conmovedor darse cuenta de que las personas pobres y de bajos ingresos estarán en desventaja durante toda su vida porque a menudo deben vivir en áreas contaminadas con alquileres más baratos y tener menos acceso a una educación infantil temprana que fortalezca el cerebro. Con suerte, podremos solucionar estos problemas.
“Estamos aprendiendo que las tácticas para evitar la demencia comienzan temprano y continúan durante toda la vida, por lo que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para actuar”, dice Lon Schneider, miembro de la comisión de Lancet.
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Para obtener más información, consulte mi libro, Silver Sparks: Reflexiones sobre envejecer, ser más sabio y más feliz, y mi blog, “Diez nuevas ideas para salvar el cerebro de la investigación de 2021”.
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