Encuesta exclusiva para directivos y directivos intermedios

“Qué observar” fue el interrogante más buscada en Google en dos mil veinticuatro. Así que les hice a los líderes empresariales una pregunta similar: ¿Qué tendencias debemos observar a lo largo de el año próximo? Sostenerse al día con el panorama alterable es esencial para los estrategas, ya que sus ideas no existen en el vacío.

Me comuniqué con mi red de ejecutivos de alto nivel y mandos intermedios de Warwick Business School para descubrir los retos que encabezan su agenda. Los primeros toman las grandes resoluciones, los segundos precisan incorporarlas. Los dos desempeñarán un papel vital para asistir a las compañías a contestar de forma eficaz a los retos que definirán el año dos mil veinticinco. De las doscientos treinta y dos contestaciones, la mitad procedían de altos ejecutivos y la otra mitad de mandos intermedios y personal especializado. 3 gráficos resumen las ideas más interesantes de la encuesta.

¿De qué manera han alterado los retos que encaran las compañías?

Donald Trump termina de ganar las elecciones estadounidenses, una guerra más extensa en Medio Oriente no está descartada y Ucrania sigue combatiendo contra Rusia. En consecuencia, no sorprende que la alteración política ocupe un sitio señalado en la lista: un salto notable en comparación con el año pasado.

Sin embargo, el reto número uno prosigue siendo la necesidad de amoldarse a los cambios tecnológicos. Este tema llegó a lo más alto de las agendas corporativas el año pasado, cuando el revuelo generativo por la IA estaba en pleno florecimiento.

Las empresas reconocen que hay un cambio substancial en concepto de tecnología, mas asimismo hay una creciente frustración por el hecho de que la IA no está cumpliendo lo que prometía el revuelo inicial. Esto es común para las nuevas tecnologías. Las ventajas reales solo van a llegar con aplicaciones concretas y el ajuste de los procesos de negocio. Es en la última parte donde los ejecutivos pueden marcar una diferencia real. Crear el espacio (tal vez aun obligar) a sus equipos a probar va a ayudar a crear nuevas formas de trabajar integrando la IA de forma eficaz.

En lo tocante a la alteración política, las compañías precisan invertir una cantidad notable de tiempo y dinero en lobby. La suposición de que los mercados son racionales siempre y en todo momento ha sido errada, mas seguramente se haya vuelto más obvia últimamente. Y frecuentemente va a ser ineludible adoptar una postura sobre cuestiones frágiles. La buena noticia: si una compañía semeja genuina, generalmente no daña las ventas. Por servirnos de un ejemplo, Nike es famosa por sus creencias progresistas y Chick-fil-A tiene fuertes raíces conservadoras. Un inconveniente considerablemente mayor es si cambias de opinión.

La menor inflación prevista va a facilitar la inversión en ideas que aborden estos dos retos. Y hay una implicación menos obvia. La interrupción de la cadena de suministro, el cambio climático y la justicia social se consideran los factores menos esenciales en dos mil veinticinco. Como la estrategia consiste en localizar anomalías que otros no ven, posiblemente se pasen por alto ocasiones en este espacio.

Los mandos intermedios y los ejecutivos de alta dirección tienen diferentes prioridades

Si bien el primordial reto ha alterado desde el momento en que se empezó la encuesta hace 3 años, la única incesante ha sido que los ejecutivos de alta dirección y los mandos intermedios tienen prioridades diferentes. Este año, los mandos intermedios ven el cambio tecnológico como la tendencia primordial y la disrupción política como la segunda tendencia. Para los ejecutivos el orden se invierte.

Esa diferencia es esencial, ya que las resoluciones tomadas desde arriba pueden caer en oídos suecos si no repiquetean en el frente operativo. Este año la cuestión es menos pronunciada que el año pasado, cuando las preocupaciones sobre la inflación y los cambios tecnológicos apuntaban en direcciones sensiblemente diferentes. Los primeros cara la reducción de costos y los segundos cara la inversión.

También hay una solución obvia: implicar a partes interesadas esenciales (y eso incluye a los mandos intermedios) en las resoluciones esenciales. Eso no quiere decir que al final va a haber una votación, mas debería implicar un proceso de consulta inteligente. En ambientes donde los jóvenes no charlan cuando los mayores están presentes, lo mejor sería hacerlo en asambleas separadas con una persona externa neutral. En esencia, se trata de un llamado a una estrategia abierta.

Diferencias regionales

El tercer gráfico pone de relieve las diferencias regionales. Se espera que la alteración política sea el primordial reto en América del Norte y África. En Europa, Oriente Medio y Australia se trata de una disrupción tecnológica. En Asia, la tecnología y la disrupción política comparten el primer sitio. No hubo suficientes contestaciones de Sudamérica.

Un panorama interesante brota al examinar de qué manera las distintas zonas priorizaron los diferentes inconvenientes que encaraban. Al conjuntar los datos de África, Asia, Medio Oriente y América del Sur, la alteración política y el incremento de la inflación se consideran tendencias más esenciales que en Occidente. En Europa, América del Norte y Australia, la escasez de mano de obra, la disrupción tecnológica y el cambio climático se consideran retos mayores que en los países no occidentales.

Preparándose para 2025

La encuesta deja pocas dudas de que la alteración política, que es particularmente bastante difícil de administrar, requiere la atención de los altos directivos. Para quienes tienen la perspicacia política precisa, el bastante difícil ambiente ofrece ocasiones para forjar un camino que otros no pueden.

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