Lo que la trofeo del Partido Socialista podría significar para el Servicio Doméstico de Vigor britano

El Partido Socialista britano ganó unas elecciones históricas por una mayoría rotundo el 4 de julio, poniendo fin a 14 abriles de gobierno del Partido Conservador. Uno de los principales objetivos del nuevo gobierno socialista es revivir el Servicio Doméstico de Vigor reduciendo los tiempos de dilación para diagnósticos y tratamientos y mejorando los resultados sanitarios de la población. Pero restaurar el NHS a un estado funcionalmente espléndido enfrenta desafíos arduos, uno de los cuales será el de la financiación en un momento en que la riqueza está débil y el gobierno no ha prometido nuevas subidas de impuestos.

El NHS es un sistema de servicios de atención sanitaria financiados con fondos públicos (impuestos) en los cuatro países del Reino Unido que proporciona atención a todos los residentes de forma gratuita en el punto de atención. El NHS fue el primer sistema taza de su tipo en 1948, fundado sobre el principio del acercamiento universal tirado. La capacidad de suscripción ya no impedía que los residentes británicos recibieran la atención sanitaria médicamente necesaria. Las desigualdades en la prestación de servicios sanitarios, que habían plagado durante mucho tiempo el sistema taza britano, se redujeron considerablemente.

El NHS sigue siendo muy popular entre el divulgado britano, según una investigación exhaustiva de 2023 en la que el 72% de los encuestados afirmó que el sistema taza es “crucial para la sociedad británica” y que “se debe hacer todo lo posible para mantenerlo”. Sin incautación, el 77% cree que el NHS no está preparado para satisfacer las crecientes demandas sanitarias de una población que envejece. Y el 51% opinó que el NHS no está dispuesto para mantenerse al día con las nuevas tecnologías médicas para mejorar la atención al paciente.

Durante décadas, el NHS se ha pasado acosado por problemas, muchos de los cuales pueden atribuirse a que es un sistema comparativamente escaso de capital. El Reino Unido gasta menos per cápita en atención sanitaria que la mayoría de sus pares. Con 5.493 dólares en 2022, el compra anual per cápita en atención sanitaria en Gran Bretaña es menos de la centro del compra en Estados Unidos, 12.555 dólares, según indica el estudio de Peterson-KFF.

Las severas restricciones presupuestarias han llevado a que haya un número récord de pacientes (7,7 millones de personas) en listas de dilación para diagnósticos y tratamientos. Encima, la remuneración relativamente desaparecido de los médicos (jóvenes) y el personal ha dejado al sistema con disputas salariales crónicas sin resolver y escasez de mano de obra.

Cada vez más personas optan por cobrar atención en clínicas y hospitales privados para evitar largas esperas. Las cifras que registran el uso de la atención sanitaria privada en 2023 muestran un número récord de procedimientos por valencia de 4.100 millones de libras (5.000 millones de dólares), a menudo en forma de exámenes de diagnosis y cirugías electivas.

Sin incautación, el seguro médico privado sólo cubre a un 10% de la población, por lo que el sector privado todavía no desempeña un papel sustancial. La gran mayoría de los ciudadanos y residentes dependen del NHS para cobrar atención médica.

Antiguamente de las elecciones, el Partido Socialista presentó un nuevo “Fondo para el Futuro”, que prometía proporcionar al NHS equipos de última engendramiento para ayudar a someter los tiempos de dilación. El Partido Socialista se comprometió a proporcionar 40.000 operaciones, exploraciones y citas adicionales por semana en Inglaterra mediante la inclusión de más servicios de fin de semana, así como recurriendo al sector privado cuando fuera necesario. Como parte de su tarea de “poner al NHS de nuevo en pie”, el Partido Socialista propuso un paquete de 1.100 millones de libras (1.400 millones de dólares) para contratar y formar a más personal de botiquín.

El primer ministro Keir Starmer se enfrenta a la ardua tarea de someter los tiempos de dilación y mejorar la calidad y los resultados de los servicios de vitalidad, ya que la riqueza del Reino Unido no está creciendo, lo que significa que al país le resultará difícil obtener el efectivo que necesita para rehacer el NHS.

Durante la campaña electoral, el Partido Socialista dijo que el patrimonio provendría de la asesinato de una carencia en el sistema tributario, a entender, los acuerdos tributarios para personas no domiciliadas que viven en el Reino Unido pero no están establecidas permanentemente. Actualmente, estas personas sólo pagan impuestos en el Reino Unido sobre el patrimonio yeguada en el país y pueden evitar pagarlo sobre sus ingresos en el extranjero, lo que permite a las personas ricas que viven en Gran Bretaña designar el país con impuestos más bajos como su domicilio formal. Una investigación de la London School of Economics sugiere que la asesinato de la excepción peculiar podría rendirle al gobierno £3,2 mil millones ($4,1 mil millones) anuales.

Encima de aumentar el compra, el gobierno entrante pretende introducir cambios estructurales en el coetáneo maniquí taza. El entonces secretario de Sanidad en la sombra, Wes Streeting, advirtió en abril que el NHS no recibiría financiación adicional sin lo que él llamó una “cirugía anciano” o una reforma.

En concreto, Streeting destacó la importancia de que el NHS pase de un maniquí de atención aguda orientado al diagnosis y tratamiento tardíos a otro en el que se preste más atención a la prevención de enfermedades y a la diligencia de la atención crónica a nivel restringido.

El manifiesto del Partido Socialista afirma que el NHS “tiene que convertirse en un Servicio de Vigor de Suburbio, con más atención prestada en las comunidades locales para detectar los problemas antaño. Para lograrlo, con el tiempo debemos trasladar capital a la atención primaria y los servicios comunitarios”. En este sentido, el objetivo es que el NHS no se convierta simplemente en un “servicio de atención a las enfermedades, sino que sea capaz de preparar las enfermedades en primer ocupación”.

El arribista plan del nuevo gobierno electo para cambiar el sistema franquista de vitalidad inevitablemente enfrentará desafíos. Sin incautación, existe consenso en todo el espectro político del Reino Unido sobre la privación de una reforma. En un discurso posterior a las elecciones, el ex secretario de Vigor conservador Jeremy Hunt alentó al gobierno socialista a “utilizar su mayoría para hacer reformas muy necesarias en el sistema franquista de vitalidad de una modo que a veces es difícil para los gobiernos conservadores”.