El presidente Joe Biden consoló a sus seguidores y los instó a no darse por vencidos, mientras que prometía asegurar una trasferencia pacífica del poder al presidente elegido Donald Trump en el mes de enero.
“Los reveses son ineludibles, mas rendirse es imperdonable”, afirmó Biden a su personal y a su gabinete el jueves mientras que se reunían en el Rose Garden un par de días tras la sorprendente victoria de Trump.
“El experimento estadounidense pervive. Vamos a estar bien. Mas debemos continuar comprometidos, debemos continuar adelante. Y, sobre todo, debemos sostener la fe”, afirmó Biden en un alegato de más o menos 6 minutos.
Biden se transformó en el primer presidente en hacerse a un lado y no presentarse a la reelección tras su primer orden completo desde mil novecientos sesenta y ocho, cuando Lyndon B. Johnson lo hizo frente a la oposición por la guerra de Vietnam. Mas la sucesora escogida por Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, no consiguió ganar el martes, lo que desató una ola de introspección y acusaciones entre los demócratas.
Como lo había hecho ya antes de desamparar la campaña, Biden volvió a enfatizar la necesidad de “bajar la temperatura” políticamente y afirmó que el patriotismo no debería depender de la fortuna de los partidos.
“Aceptamos la elección que hizo el país. He dicho muy frecuentemente que no puedes querer a tu país solo cuando ganas. No puedes querer a tu prójimo solo cuando estás de acuerdo”, afirmó.
BIden asimismo prometió una trasferencia pacífica del poder, una postura que contrasta con la participación de Trump en la incitación a una insurrección el seis de enero de dos mil veintiuno en el Capitolio de U.S.A..
“Ayer charlé con el presidente elegido Trump para felicitarlo por su victoria y le aseguré que ordenaría a mi administración trabajar con su equipo para asegurar una transición pacífica y ordenada”, afirmó Biden.
Biden, que ha ocupado cargos federales prácticamente de forma ininterrumpida desde mil novecientos setenta y tres, instó a su audiencia a continuar trabajando duro a lo largo de los últimos setenta y dos días de su administración.
“Hagamos que día a día cuente”, afirmó.