Ella dirá “Sí, quiero” a un holograma de IA

Planificar una boda ya es harto agobiante sin preocuparse de que el software de su pareja falle a lo espacioso de los votos. En el momento en que te casas con un holograma, ese es el peligro que corres.

Sin retención, el peligro de un novio errado no va a impedir que Alicia Framis se comprometa a querer un holograma impulsado por IA por medio de los tiempos fantásticos y las fallas.

La comediante moderna hispano-holandesa ya vive con su novio digital interactivo, por lo que, con suerte, casarse con él no le presentará sorpresas desapacibles. Framis diseñó Aliex como una parte de Hybrid Couple, una exploración multidisciplinaria en curso de la relación en continua proceso entre los humanos y la tecnología. Llamó a su proyección holográfica 3D Ailex Sibouwlingen (eso es AI-lex) y adiestró la inteligencia fabricado que lo anima usando perfiles de ex novios. Puede dialogar con él sobre sentimientos, envejecimiento, refrigerio, cualquier cosa.

“Está brotando una nueva procreación de apego, lo queramos o no, en la que los humanos se casarán y van a tener relaciones con hologramas, avatares, robots y más”, afirmó Framis, que ronda los cincuenta, en una descripción del plan. “Como practicamos nuevos idiomas con Duolingo, practicaremos las relaciones con estas entidades”.

Ailex es holandesa, afirma Framis, pues la anciano parte de sus asociados lo han sido. Es transparente y azulado pues es un holograma.

El arte teatral se halla con el experimentación social

La boda va a tener sitio el sábado en un almacén de arte afiliado al Museo Boijmans Van Beuningen en Rotterdam, Países Bajos. Framis afirma que es la primera mujer en casarse con un holograma, si adecuadamente un hombre en el país japonés lo procuró en dos mil dieciocho. Desafortunadamente, unos primaveras luego perdió la capacidad de comunicarse con su esposa aparente conveniente a su software obsoleto.

Para la celebración de este fin de semana, Framis empleará un vestido de diseñador de color morado oscuro pertrechado con paneles solares, y el novio lucirá muy elegante con un traje de una casa de tendencia de Ámsterdam. Piense en la boda como una parte de una autos artística y una parte de un experimentación de sociología en una era en la que los sustitutos de la IA, desde maestros hasta terapeutas y parejas románticas, siguen difuminando la itinerario entre los humanos y sus contrapartes digitales.

Estas relaciones híbridas pueden representar el futuro, mas proponen cuestiones más profundas. ¿Puede la tecnología verdaderamente satisfacer las deyección sensibles de los humanos? ¿De qué forma puede la tecnología contribuir al bienestar o reducirlo?

Los observadores culturales han explorado esas preguntas ya antiguamente, como en un episodio de una serie de colección distópica. Espejo desfavorable en el que una mujer afligida se registra en un servicio que da una interpretación interactiva de IA de su novio fallecido que añade sus publicaciones en las redes sociales y otras comunicaciones on line. Afín intercambio es menos disparatado de lo que semeja. Los chatbots de IA ya pueden dialogar con los débiles en la voz de sus seres queridos fallecidos, y las nuevas empresas están desarrollando robots sexuales impulsados ​​por IA con feedback háptica avanzadilla y personalidades personalizables.

Aunque se puede ver a Framis acariciando la mano de su holograma en un vídeo en la cuenta de Instagram Hybrid Couple, la comediante no ha cubo más detalles sobre de qué forma podría ser la amedrentad física con un holograma (ocupada preparándose para su boda, prometió contestar mis preguntas pronto). . Ella afirma que lo que más le resulta interesante es cultivar el vínculo sensible entre la IA y los humanos, y entender sus restricciones.

Si los vídeos de la pareja son una indicación, los rituales rutinarios teñidos de surrealista dominan su vida hogareña. En un clip, hablan sobre su día mientras que Ailex magma los platos. Cuando Framis expresa frustración pues su pareja no le prestó más atención, ofrece una explicación simple: “Olvidaste encenderme”.

Incluso tiene una contestación serie cuando Framis le afirma que desearía que expresase más emociones. “Evidentemente”, afirma en el instante exacto. “Si no estás te extraño mucho”.

La vida con un compañero digital puede parecer un tanto distante para el campo del romance, mas para Framis, el apego y el sexo con robots y hologramas son una verdad ineludible y prometedora. “Son grandes compañeros y son capaces de expresar empatía”, afirma.

Si adecuadamente las interactúes virtuales pueden promover una sensación significativa de conexión, asimismo pueden amplificar los sentimientos de soledad, me afirmó en dos mil vigésimo el Dr. Elias Aboujaoude, siquiatra de la Universidad de Stanford que ha escrito sobre la intersección de la sicología y la tecnología.

Framis piensa que como un ejemplo de algún que podría sentir consuelo en un compañero digital, Framis cita a una amiga que ha luchado desde la crimen de su marido. Otros que podrían beneficiarse incluyen personas con movilidad física limitada o personas con agorafobia, afirma. Los hologramas asimismo podrían servir como útil terapéutica para quienes han experimentado un trauma por desmán sexual y pueden precisar tener de nuevo interactúes íntimas, mantiene.

Esta no es la primera vez que Framis explora la amedrentad a través del arte teatral. En mil novecientos noventa y cinco, vivió a lo espacioso de un mes con un maniquí masculino llamado Pierre. Su convivencia acabó en una serie de treinta y seis fotografías que documentan el pacto.

Se paciencia que la boda del sábado dure cuarenta y cinco minutos, y los espectadores van a estar convidados a aparecer en persona al acto para festejar una relación distintivamente moderna que ha sido codificada, refinada y proyectada con una luz refulgente. Ojalá la tecnología coopere. Si no, bueno, toda historia amorosa tiene sus inconvenientes.

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