Un zorro rescatado fue sometido a una cirugía cerebral en un veterinario anglosajón en la primera operación de este tipo en el mundo. La cachorra, indicación Hazel por los rescatistas, fue encontrada al costado de la carretera en Maidstone, Kent, conexo a su hermana, que había sido asesinada por un automóvil. Los rescatistas llevaron al hijuelo de zorro de seis semanas al Servicio de Rescate de Vida Silvestre de Kent, donde los voluntarios notaron que tenía la frente agrandada. A medida que crecía, comenzó a sufrir convulsiones y le diagnosticaron hidrocefalia, que hace que se acumule transparente cerca de del cerebro.