El Tribunal Supremo talibán anunció el miércoles la ejecución pública de un asesino convicto en la provincia oriental de Paktia, en Afganistán.
Funcionarios talibanes y residentes locales observaron la ejecución, que tuvo lugar en un estadio deportivo en la capital regional, Gardez.
En un comunicado, el Tribunal Supremo identificó al asesino convicto como Ayaz Asad, un residente local de la provincia que había matado intencionadamente a otro afgano con un rifle Kalashnikov.
La ejecución se llevó a cabo después de que la familia de la víctima rechazara una oferta de perdón. El comunicado del tribunal no especificó el motivo del crimen.
La sentencia se dictó de conformidad con un principio de la ley islámica conocido como Qisas, que permite represalias en especie en los casos en que la víctima o su familia buscan castigo.
El regreso de los talibanes al poder en Afganistán ha supuesto la reintroducción del castigo corporal, incluidas ejecuciones y flagelaciones públicas, por delitos como asesinato, robo y adulterio.
Esta reciente ejecución pública es la sexta desde el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021.
Las Naciones Unidas han criticado el uso de castigos corporales por parte de los talibanes, diciendo que viola la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y han pedido el fin de esta práctica.
A pesar de las críticas internacionales, el gobierno talibán ha defendido esta forma de castigo, diciendo que están en línea con la ley del país y son necesarios para garantizar la seguridad del público.