Lyle Menéndez y su hermano Erik han lanzado una iniciativa de embellecimiento en la prisión donde cumplen cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989. Su proyecto sigue el modelo de un programa en Noruega, donde las autoridades intentan ayudar a rehabilitar a los prisioneros para que puedan reintegrarse a la sociedad. Los hermanos han estado pintando un enorme mural, que se muestra aquí en el que está trabajando uno de los principales organizadores del proyecto, Joel Abreu, que representa puntos de referencia de San Diego y dicen que su objetivo es transformar el patio de la prisión “de una opresiva losa de concreto y grava a un entorno de campus normalizado similar a un parque rodeado por un majestuoso mural paisajístico”.