Por Joanna Plucinska
LONDRES (Reuters) – Se espera que las principales aerolíneas europeas, incluidas Lufthansa y Air France-KLM, registren otro trimestre arrastrado por el aumento de los costos y la escasez de aviones, sin señales de que los retrasos en las entregas de los fabricantes de aviones Boeing y Airbus mejoren en el corto plazo.
Si bien la demanda se ha mantenido estable, los costos de mantenimiento, el clima adverso, los problemas de control del tráfico aéreo y las interrupciones en el Medio Oriente han seguido pesando sobre los transportistas.
Sin embargo, los retrasos en las entregas de nuevos aviones son el mayor dolor de cabeza actual, lo que obliga a las aerolíneas a volar con modelos más antiguos, cuyo mantenimiento es más caro, a utilizar más combustible para aviones y a reducir las estimaciones de tráfico.
El director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, advirtió que la aerolínea ahora espera un retraso de cinco años en las entregas de su Boeing 777X.
“No esperamos obtenerlos hasta 2026. Y los necesitamos”, dijo a los periodistas a principios de este mes.
Se espera que la aerolínea alemana informe el martes una ganancia operativa en el tercer trimestre de 1.300 millones de euros (1.400 millones de dólares), un 9% menos que hace un año y un margen del 12,1%, según una encuesta de analistas dirigida por la compañía.
La aerolínea está perdiendo hasta 550.000 dólares por vuelo en su ruta de Frankfurt a Beijing como resultado de volar aviones más antiguos con pocos pasajeros, según un informe de Bloomberg. Lufthansa no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Reuters.
British Airways, propiedad de IAG, ha dicho que cancelará más vuelos de larga distancia debido a retrasos en las entregas del fabricante de motores Rolls-Royce.
Air France-KLM también se verá afectada en sus ingresos del tercer trimestre, según los analistas, debido a las menores reservas de billetes relacionados con los Juegos Olímpicos de París. Informa los resultados el 7 de noviembre.
Estos desafíos han arrastrado a la baja las acciones de las aerolíneas en los últimos seis meses. Y aunque se han recuperado ligeramente en el último mes, han prevalecido las preocupaciones de los inversores sobre la salud del sector.
Sólo IAG ha experimentado un aumento sustancial en el precio de sus acciones, más del 20% en los últimos seis meses, mientras continúa aprovechando su fortaleza en el mercado del Atlántico Norte y enfrenta menos retrasos en las entregas.
Se espera que la aerolínea informe el 8 de noviembre un beneficio operativo de 1.780 millones de euros, según un consenso de analistas liderado por la compañía, un 2% más que el año pasado.
PERSPECTIVA SOMBRÍA
Algunas aerolíneas han dicho que lo peor está por llegar. Los retrasos en las entregas podrían afectar más en 2026, ya que los problemas actuales de la cadena de suministro afectan la producción de nuevos aviones.
Dicho esto, con menos asientos disponibles debido a la capacidad limitada, las aerolíneas pueden cobrar tarifas más altas si la demanda se mantiene sólida como se espera, dicen los analistas.
Pero esa dinámica no parece estar desarrollándose.