Después de meses de turbulencias sobre su seguridad, la nueva cápsula para astronautas de Boeing partirá de la Estación Espacial Internacional el viernes sin su tripulación.
Los dos pilotos de pruebas de la NASA se quedarán en la estación espacial —su hogar hasta el año próximo— mientras la cápsula Starliner se prepara para desacoplarse y apunta a aterrizar seis horas más tarde en el desierto de Nuevo México.
Butch Wilmore y Suni Williams deberían haber regresado a la Tierra en junio, una semana después de su despegue, pero fallas en los propulsores y fugas de helio arruinaron su viaje a la estación espacial.
La NASA decidió finalmente que era demasiado arriesgado traer de regreso a Wilmore y Williams en Starliner, por lo que la cápsula contiene sus asientos vacíos y sus trajes espaciales azules junto con algunos equipos antiguos de la estación. SpaceX traerá de regreso al dúo a fines de febrero, lo que extenderá su misión original de ocho días a más de ocho meses.
El primer vuelo con astronautas de Boeing pone fin a un viaje lleno de retrasos y contratiempos. Después de que los transbordadores espaciales se retiraran hace más de una década, la NASA contrató a Boeing y SpaceX para el servicio de taxi orbital. Boeing tuvo tantos problemas en su primer vuelo de prueba sin nadie a bordo en 2019 que tuvo que repetirlo. La nueva prueba de 2022 descubrió aún más fallas y la factura de reparación superó los mil millones de dólares.
El vuelo de transporte de tripulación de SpaceX a finales de este mes será el décimo para la NASA desde 2020. La cápsula Dragon se lanzará en la expedición de medio año con solo dos astronautas, ya que hay dos asientos reservados para Wilmore y Williams para el tramo de regreso.
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