La administración Biden está permitiendo que Alaska Airlines complete su compra de Hawaiian Airlines por 1.000 millones de dólares después de que las aerolíneas acordaran ciertas condiciones, incluido el mantenimiento del servicio actual en las rutas entre Hawái y los Estados Unidos continentales, donde no tienen mucha competencia.
Los funcionarios del Departamento de Transporte dijeron el martes que no quedan obstáculos para que las aerolíneas cierren el acuerdo y comiencen a fusionarse, aunque todavía estaban pendientes algunas aprobaciones finales.
Alaska Airlines dijo que esperaba cerrar el acuerdo “en los próximos días”.
Las acciones de Alaska cerraron con una baja del 1%, mientras que las acciones de Hawaiian Holdings subieron un 4% a 18 dólares, el precio por acción que Alaska acordó pagar por su rival más pequeño.
La decisión de allanar el camino para que las aerolíneas se fusionen contrasta con la firme oposición de la administración a acuerdos anteriores con aerolíneas. El Departamento de Justicia presentó una demanda con éxito para impedir que JetBlue comprara Spirit Airlines por 3.800 millones de dólares, y recurrió a los tribunales para acabar con una asociación entre JetBlue y American Airlines.
El Departamento de Justicia aún podría impugnar el acuerdo entre Alaska y Hawái, pero eso parece poco probable.
El Departamento de Transporte, que también debe aprobar las fusiones de aerolíneas, dijo que Alaska y Hawaiian prometieron cumplir ciertas condiciones durante seis años.
Entre ellas se encuentran la conservación de vuelos subvencionados a comunidades más pequeñas de Alaska y Hawái, y el mantenimiento de los niveles actuales de servicio entre Hawái y el continente, donde actualmente no hay más de una aerolínea que realice la misma ruta. El Departamento de Transporte podría eliminar este último requisito si los vuelos dejan de ser rentables.
Alaska y Hawaiian también acordaron algunas protecciones para los consumidores, incluyendo mantener el valor de las recompensas para viajeros frecuentes a medida que combinan sus programas de fidelidad, garantizar que las familias puedan sentarse juntas sin pagar tarifas adicionales y ofrecer costos más bajos a las familias militares.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, dijo que las aerolíneas también prometieron compensar a los pasajeros por cancelaciones y retrasos significativos que sean culpa de las aerolíneas.
Alaska Airlines, con sede en Seattle, dijo en un comunicado que las promesas son similares a sus planes desde el principio y no afectarían “las sinergias del acuerdo, que mejorará la competencia y ampliará las opciones para los consumidores”.
El Departamento de Transporte dijo que dio a Alaska y Hawaiian una exención para combinar la propiedad, es decir, fusionarse. El departamento aún está revisando la solicitud de las aerolíneas para volar rutas internacionales bajo un solo certificado operativo, lo que probablemente sea solo una formalidad.
Las aerolíneas anunciaron el acuerdo en diciembre, cuando lo valoraron en 1.900 millones de dólares, incluida la deuda hawaiana que asumirá Alaska. Alaska prometió conservar la marca Hawaiian.
El acuerdo consolidará la posición de Alaska Air Group como la quinta mayor compañía aérea estadounidense por ingresos y ampliará su perfil internacional con los extensos vuelos de Hawaiian entre el estado insular y Asia.