Por Mitch Phillips
COLONIA, Alemania (Reuters) – Con la confianza que mereció tras superar un grupo que parecía complicado, España ofreció el domingo otra exhibición llena de habilidad y arrogancia que subrayó una vez más cómo se han reimaginado como un equipo que sabe cómo ganar. meta.
Siempre tuvieron posibilidades de vencer a Georgia, que superó todas las expectativas al alcanzar la fase eliminatoria en su primer gran torneo, pero su victoria por 4-1 llegó con mucho estilo y mucha paciencia.
España ya había obligado al portero Giorgi Mamardashvili a realizar varias buenas paradas antes de ser sorprendida en el descanso y conceder su primer gol del torneo: un gol en propia puerta de Robin Le Normand.
No cundió el pánico y, aunque en el descanso el marcador era sólo 1-1 tras el empate de Rodri, los españoles estaban jugando con mucha iniciativa.
Fabián Ruiz adelantó a España y los goles tardíos de Nico Williams y Dani Olmo fueron un fiel reflejo de su dominio.
Williams y su compañero de banda Lamine Yamal fueron un peligro constante, y se les dio licencia para mostrar todas sus habilidades y trucos, aunque la defensa de Georgia merece un gran crédito por garantizar que la mayor parte de su buen trabajo se limitara a áreas fuera del área.
Rodri, como siempre parece hacer con su club, el Manchester City, y su selección, mantuvo el ritmo, dando pases al espacio y recompensando las incursiones de sus compañeros, mientras que la enérgica carrera de Marc Cucurella y la magistral distribución de Ruiz hicieron que España se adueñara totalmente del mediocampo.
Un total de 35 tiros a portería, 13 de ellos entre los tres palos, fueron otro duro recordatorio de cómo el entrenador Luis de la Fuente ha desarrollado el actual equipo español para convertirlo en uno que ya no parece buscar la posesión por el mero hecho de tenerla.
Han sido consistentemente el equipo más impresionante del torneo, eliminando a Croacia, Italia y Albania antes de la victoria finalmente cómoda del domingo, algo que es algo poco común en el tiempo reglamentario en los últimos años.
Fue la primera vez desde que España goleó a Italia 4-0 en la final de la Eurocopa 2012 que ganó un partido de la fase eliminatoria en tiempo reglamentario en un torneo importante.
Perdieron ante Italia en 90 minutos en la Eurocopa 2016 y los siguientes cinco partidos de la Eurocopa y el Mundial fueron a la prórroga, donde ganaron dos y perdieron tres.
Sin embargo, ese nuevo compromiso de encontrar un producto final enfrentará una prueba de diferente magnitud el próximo viernes, cuando se enfrenten a una pujante Alemania en Stuttgart.
(Reporte de Mitch Phillips; Editado por Ken Ferris)