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Los estudios sugieren que los hombres que hacen ejercicio regularmente reportan una mejor función eréctil en comparación con aquellos que están inactivos.
Nota del editor: El Dr. Jamin Brahmbhatt es urólogo y cirujano robótico de Orlando Health y profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida Central.
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Chicos, hablemos de hombre a hombre.
A menudo nos obsesionamos con el sexo y nuestro rendimiento, pero ¿cuántos toman medidas para garantizar que estemos en plena forma a largo plazo? Si no cuidamos nuestra salud hoy, no disfrutaremos de una vida sexual saludable mañana. Es fundamental pensar en su salud sexual para evitar arrepentimientos en el futuro. Prepararse para el futuro es clave.
La salud sexual es una parte vital de su bienestar general. El estrés crónico, la mala alimentación, la falta de ejercicio y otros factores del estilo de vida pueden afectar significativamente su salud sexual. Si tiene problemas persistentes, no dude en hablar con un médico. La intervención temprana puede evitar que problemas menores se conviertan en obstáculos importantes. Buscar ayuda es una señal de fortaleza, y un profesional de la salud puede brindarle la orientación y las opciones de tratamiento que necesita para una vida de buena función sexual.
Ya sea como resultado de problemas personales o en el trabajo, el estrés crónico contribuye de manera importante a la reducción de la libido y la disfunción eréctil. Con el estrés, el cuerpo produce niveles elevados de cortisol, una hormona que puede interferir con la producción de testosterona. Los estudios han demostrado que los hombres con problemas emocionales o estrés tienen más probabilidades de experimentar disfunción sexual en forma de eyaculación precoz, disfunción eréctil y/o bajo deseo sexual.
Es fundamental incorporar actividades para reducir el estrés en su rutina diaria: ejercicio regular, meditación, sueño adecuado y pasatiempos que disfrute. Buscar ayuda profesional de un terapeuta también puede proporcionar estrategias de afrontamiento eficaces.
Los malos hábitos alimentarios pueden provocar obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares, todo lo cual puede afectar negativamente la función sexual. Las investigaciones indican que los hombres con una circunferencia de cintura superior a 40 pulgadas tienen un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico, que está relacionado con la disfunción eréctil. Adoptar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales puede marcar una diferencia sustancial. Limitar el consumo de alcohol y evitar los alimentos ultraprocesados puede mejorar aún más tu salud sexual. (En pocas palabras, cuanto más comida rápida coma, más rápido perderá su vida sexual).
La falta de actividad física es perjudicial para la salud del corazón, que es crucial para mantener la función sexual. El ejercicio regular ayuda a mejorar el flujo sanguíneo, que es esencial para lograr y mantener una erección. Los estudios sugieren que los hombres que hacen ejercicio regularmente reportan una mejor función eréctil en comparación con los hombres inactivos.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa cada semana, junto con ejercicios de entrenamiento de fuerza, para mantener su cuerpo en plena forma. Cuanto más ejercicio hagas en el gimnasio, más ejercicio harás en el dormitorio.
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Fumar es una de las principales causas de disfunción eréctil y dejar de fumar puede mejorar significativamente la salud sexual del hombre.
Fumar es una de las principales causas de disfunción eréctil debido a su impacto negativo en los vasos sanguíneos y el flujo sanguíneo. Las toxinas de los cigarrillos pueden dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos y reducir el flujo sanguíneo al pene. Las investigaciones muestran que los hombres que fuman tienen aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar disfunción eréctil que los no fumadores. Dejar de fumar puede mejorar significativamente su salud sexual. Considere recursos como la terapia de reemplazo de nicotina, grupos de apoyo y asesoramiento para ayudarlo a dejar de fumar.
Los trastornos del sueño, incluida la apnea del sueño, pueden afectar gravemente los niveles de testosterona y provocar disfunción sexual. Un estudio encontró que los hombres con apnea del sueño grave tenían niveles de testosterona significativamente más bajos en comparación con aquellos sin la afección. Priorizar una buena higiene del sueño es fundamental. Si sospecha un trastorno del sueño, consulte a un proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados, que pueden incluir cambios en el estilo de vida o intervenciones médicas.
Los problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad pueden tener un profundo impacto en el deseo y el rendimiento sexual. Alrededor del 20% de los pacientes con ansiedad y hasta el 40% de los hombres con depresión informan haber experimentado algún tipo de disfunción sexual. Las condiciones de salud mental pueden provocar una disminución de la libido y dificultades para lograr o mantener una erección. Buscar ayuda de profesionales de la salud mental puede resultar muy beneficioso. La terapia y la medicación pueden mejorar significativamente tanto la salud mental como la función sexual.
Los desequilibrios hormonales, particularmente los niveles bajos de testosterona, pueden afectar negativamente la salud sexual. Los niveles de testosterona disminuyen naturalmente con la edad, pero afecciones como el hipogonadismo pueden acelerar este proceso. Los estudios sugieren que alrededor del 20% de los hombres mayores de 60 años tienen niveles bajos de testosterona. Los chequeos regulares con un proveedor de atención médica pueden ayudar a controlar los niveles hormonales. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos o terapia de reemplazo hormonal para restablecer el equilibrio.
Ciertos medicamentos, incluidos los que tratan la hipertensión y la depresión, pueden provocar disfunción sexual como efecto secundario. Los betabloqueantes, por ejemplo, pueden disminuir la libido y provocar problemas de erección. Es importante discutir los posibles efectos secundarios con su médico. Es posible que ajusten su dosis o le cambien a un medicamento diferente que tenga menos efectos sobre la salud sexual.
Las enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y renales pueden afectar significativamente la función sexual. Los hombres diabéticos, por ejemplo, tienen tres veces más probabilidades de experimentar disfunción eréctil en comparación con los hombres no diabéticos. Manejar las enfermedades crónicas de manera efectiva con la ayuda de un proveedor de atención médica es crucial. Hacerlo incluye seguir los tratamientos prescritos, mantener un estilo de vida saludable y controlarse periódicamente para mantener las afecciones bajo control.
Los problemas dentro de una relación pueden causar estrés y disminución del deseo sexual. Las fallas en la comunicación, los conflictos no resueltos y la falta de intimidad pueden contribuir a la disfunción sexual. La comunicación abierta con su pareja es clave para abordar estos problemas. Considere la posibilidad de recibir terapia de pareja para ayudar a resolver los problemas subyacentes y mejorar su relación y su salud sexual.
Chicos, cuidar su salud sexual no se trata sólo de evitar problemas hoy; se trata de garantizar que esté preparado para la acción mañana y más allá. Piénsalo: ¿cuántas veces te has estresado por el rendimiento pero has ignorado los aspectos básicos que te mantienen en el juego? Es hora de hacer un cambio.
Manejar el estrés, comer bien, mantenerse activo y dejar malos hábitos como fumar son la base de una vida sexual saludable. Estas no son sólo palabras vacías: son pasos que puedes tomar ahora para asegurarte de no quedar marginado más adelante. Y si usted está lidiando con problemas persistentes, no lo resuelva solo. Hablar con un médico no es admitir la derrota; está haciendo una jugada inteligente.
No hay mejor momento para concentrarse en su bienestar que durante el Mes Nacional de la Salud Masculina en junio. Está dedicado a alentar a los hombres a tomar control de su salud y realizar los cambios necesarios para mejorar sus vidas. Aprovecha esta oportunidad para programar ese chequeo que has estado posponiendo, comenzar una nueva rutina de ejercicios o buscar ayuda para cualquier problema de salud que hayas estado ignorando.
Tienes un cuerpo y una vida; asegúrate de que ambos estén en óptimas condiciones.
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