LA HAYA, Países Bajos (AP) — Los líderes de los partidos de la coalición en el gobierno holandés dominado por el líder de extrema derecha Geert Wilders se reunieron el viernes para conversar sobre la crisis luego de informes de que la secretaria de Estado de Finanzas estaba renunciando por lo que consideró comentarios denigrantes sobre los inmigrantes después de las protestas israelíes. Los aficionados fueron agredidos después de un partido de fútbol en Amsterdam.
El miércoles pasado, Wilders culpó a los marroquíes por los ataques a los fanáticos del fútbol israelíes, afirmando que “vimos a musulmanes cazando judíos” y agregó que esto fue impulsado por “marroquíes que quieren destruir a los judíos”. Dijo que los condenados por participación deberían ser deportados si tienen doble nacionalidad.
Los medios holandeses dijeron que Nora Achahbar, nacida en Marruecos, del partido centrista Nuevo Contrato Social, anunciaría su renuncia como secretaria de Finanzas más tarde el viernes. La noticia no pudo ser confirmada de forma independiente de inmediato.
Si bien los legisladores condenaron el antisemitismo y acordaron que los perpetradores de la violencia deberían ser procesados y castigados duramente, los legisladores de la oposición acusaron a Wilders de echar leña al fuego. Wilders, cuyo partido se convirtió en el más grande en las elecciones del año pasado, también sembró cierta disidencia dentro de la coalición de cuatro partidos con sus comentarios.
El viernes por la noche aparecieron vídeos y fotografías de los líderes del partido llegando a la residencia Catshuis del primer ministro Dick Schoof.
El líder de la oposición Verde-Izquierda-Socialista, Frans Timmermans, elogió a Achahbar incluso antes de que se anunciara cualquier medida.
“En este gobierno los comentarios racistas están a la orden del día. Este gobierno no es para todos los holandeses”, afirmó.
La violencia estalló en la capital holandesa antes y después del partido de fútbol de la semana pasada entre el Ajax Amsterdam y el Maccabi Tel Aviv.
Los aficionados de ambos lados se vieron envueltos en los disturbios. Varios fanáticos del Maccabi corearon consignas antiárabes y arrancaron una bandera palestina de un edificio, mientras que algunos hombres llevaron a cabo ataques de “atropello y fuga” contra fanáticos del Maccabi y personas que pensaban que eran judíos, según un informe de 12 páginas sobre la violencia emitida por las autoridades de Amsterdam.
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