FILADELFIA (AP) — En la Universidad de Pensilvania se encontraron restos humanos adicionales de un bombardeo policial en 1985 contra la sede de un grupo de liberación negra en Filadelfia.
Se cree que los restos son los de Delisha Africa, de 12 años, uno de los cinco niños y seis adultos que murieron cuando la policía bombardeó la sede de la organización MOVE, provocando un incendio que se extendió a decenas de casas adosadas.
Los restos fueron descubiertos durante un inventario exhaustivo que realizó el Museo Penn para preparar miles de artefactos, algunos de los cuales datan de más de un siglo, para trasladarlos a instalaciones de almacenamiento mejoradas.
En 2021, funcionarios de la universidad reconocieron que la escuela había conservado huesos de al menos una víctima del bombardeo después de ayudar con el proceso de identificación forense tras el bombardeo. Poco tiempo después, la ciudad notificó a los familiares que había una caja con los restos en la oficina del médico forense que había sido guardada después de que se completaron las autopsias.
El museo dijo que no sabe cómo se separaron los restos encontrados esta semana del resto, y notificó inmediatamente a la familia del niño sobre el descubrimiento.
“Estamos comprometidos con la total transparencia con respecto a cualquier nueva evidencia que pueda surgir”, dijo Penn Museum en un comunicado en su sitio web. “Enfrentar nuestra historia institucional requiere un examen en constante evolución de cómo podemos mantener las prácticas de los museos con los más altos estándares éticos. Centrar la dignidad humana y los deseos de las comunidades descendientes rigen el tratamiento actual de los restos humanos bajo el cuidado del Museo Penn”.
Los miembros de MOVE, liderados por el fundador John Africa, practicaban un estilo de vida que evitaba las comodidades modernas, predicaban la igualdad de derechos para los animales y rechazaban la autoridad gubernamental. El grupo se enfrentó con la policía y muchas de sus prácticas provocaron denuncias de los vecinos.
La policía que intentaba expulsar a los miembros de su cuartel general utilizó un helicóptero para arrojar una bomba sobre la casa el 13 de mayo de 1985. Más de 60 casas en el vecindario se quemaron hasta los cimientos cuando se ordenó al personal de emergencia que se retirara.
Un informe de la comisión de 1986 calificó la decisión de bombardear una casa adosada ocupada como “desmedida”. Los supervivientes de MOVE recibieron una sentencia de 1,5 millones de dólares en una demanda de 1996.