A veces, la lealtad vale la pena. Pero en el caso de los seguros, esa lealtad puede parecer fuera de lugar cuando las aseguradoras no cumplen con sus expectativas en momentos críticos.
Jaime Giangrande-Holcom y su marido habían pagado fielmente el seguro contra inundaciones durante 12 años. Sin embargo, el mes pasado, cuando el huracán Helene dejó inundada su casa en Town N’ Country, cerca de Tampa, se encontraron con un problema.
El tasador de seguros les informó que el escalón de 3,5 pulgadas que da a su sala de estar hundida la clasifica como un “sótano” según su póliza, lo que significa que no es elegible para cobertura contra inundaciones.
“Es ridículo”, dijo Giangrande-Holcom a los periodistas de WFLA. “Incluso salir y decir la palabra sótano en el estado de Florida es cómico. Crecí en Nueva York y sé cómo es un sótano. Vivía en sótanos. Esto no es un sótano”.
Esta negativa resalta cómo un pequeño detalle técnico puede afectar la cobertura, incluso para los clientes que pagan a largo plazo. A continuación se explica cómo son posibles dichas exclusiones y por qué los propietarios deben estar al tanto.
Giangrande-Holcom y su esposo tienen una póliza de seguro contra inundaciones a través del Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones (NFIP), administrado por FEMA. Este año pagaron $3,800 por cobertura y hasta ahora no habían presentado un reclamo.
Las pólizas NFIP ofrecen dos tipos de cobertura: cobertura de edificio y cobertura de contenido. La cobertura de edificios protege la estructura y los sistemas de su hogar, incluidos los eléctricos y de plomería, los electrodomésticos de cocina, las alfombras, los gabinetes, las paredes, las escaleras, los pozos de agua y los equipos solares. La cobertura de contenido protege artículos personales, como una lavadora y secadora, un microondas y objetos de valor como obras de arte (hasta $2,500).
Sin embargo, las pólizas del NFIP no cubren los bienes personales en los sótanos. Su sitio web define un sótano como cualquier parte de un edificio, incluida una habitación hundida o una parte hundida de una habitación, con su piso debajo del nivel del suelo (subrasante) en todos los lados.
Esta definición ofrece a Giangrande-Holcom alguna esperanza. Señaló que hay una elevación de 4,5 pulgadas en la entrada de su casa y solo una caída de 3,5 pulgadas en la sala de estar hundida. Ella apeló la decisión de la aseguradora, esperando que estas medidas demuestren que su sala de estar no es un sótano.
Aún así, a la pareja le preocupa que otros en su comunidad puedan enfrentar problemas similares. Giangrande-Holcom mencionó que varias familias cercanas enfrentan desafíos similares.