La tecnología ya está transformando las organizaciones a gran velocidad. Es probable que esa transformación se acelere aún más a medida que las herramientas de inteligencia industrial generativa (GenAI) se adopten ampliamente en el zona de trabajo.
Pero si proporcionadamente la tecnología aporta numerosos beneficios, permitiendo a los equipos trabajar de modo más flexible, apto y productiva, muchas personas se preocupan por las consecuencias potencialmente negativas de su uso. La inteligencia industrial (IA) es un motivo particular de ansiedad y las personas temen que pueda afectar sus vidas y su seguridad sindical.
A principios de este año, una sondeo de YouGov entre estadounidenses encontró que el 54% de los encuestados eran “cautelosos” respecto al uso de la IA, el 49% decía estar preocupado, el 40% se describía como escéptico, el 29% sentía curiosidad y el 22% incluso sentía miedo.
Depende de los humanos hacer que la tecnología funcione en la experiencia. Entonces, ¿cómo pueden los líderes exprimir el toque humano y disipar las preocupaciones de sus equipos para comprobar de exprimir al mayor la última tecnología?
1. Priorizar la visión, los títulos y la velocidad
No es la tecnología en sí, sino una combinación de visión, títulos y velocidad lo que hace que una organización tecnológica sea exitosa, sostiene Garvan Callan, fundador de la consultora de transformación OneZero1 y autor de Logística de Negocios Digitales. “La visión de un líder proporciona una ‘fortuna del finalidad’ audaz y brillante que conecta y diseña cómo su estructura, como colectivo, piensa y actúa utilizando la tecnología elegida como utensilio para hacer verdad la visión”, afirma. “Y la estructura para una entrega rápida y adaptable es el pararrayos”.
Callan cita a Mary Mostrador, directora ejecutiva de Normal Motors, como ejemplo de una líder que inició cambios estratégicos significativos, incluido el paso a vehículos eléctricos y autónomos, y al mismo tiempo encabezó un restablecimiento de la civilización a través de su trámite de los clientes, eliminando la burocracia y restableciendo la forma en que la empresa. Pensó en la velocidad de comercialización y el peligro. “La organización tecnológica necesitaba la visión, los títulos y los nuevos métodos de entrega para impulsar el crecimiento y el éxito”, explica.
2. Escuche lo que la masa necesita
Es posible que las habilidades para escuchar no parezcan el prerrequisito más obvio para ganar una transformación tecnológica exitosa. Sin secuestro, las personas con agilidad y gran capacidad de audición desempeñan un papel fundamental a la hora de ayudar a las organizaciones a exprimir nuevas herramientas, afirma Josefine Campbell, fundadora de la empresa de expansión Campbell Co y autora de gul">12 herramientas para tramitar un líder egoísta.
“Las organizaciones suelen incorporar nueva tecnología para sostener una delantera competitiva y contestar a un mercado cambiante”, explica Campbell. “Son los humanos de su equipo, aquellos que están en el contorno, realizando el trabajo, quienes entenderán exactamente lo que su estructura, sus clientes y sus socios necesitan”. Al apoyarse en esta experiencia y alentarlos a escuchar solícitamente, puede comprobar de que la implementación de tecnología de su estructura cumpla con los requisitos de las partes interesadas.
Campbell señala que los requisitos tecnológicos evolucionarán constantemente a medida que cambien las expectativas de los empleados y los clientes. Esto intensifica aún más la falta de que la masa escuche solícitamente a su mercado.
3. Aprende con curiosidad del fracaso
Cuando se prueba una nueva tecnología, las cosas rara vez salen según lo planeado. Sin secuestro, cuando las cosas no funcionan es cuando los humanos son especialmente vitales, destaca Beth Benatti Kennedy, entrenadora de equipos y liderazgo y coautora de abz">Repensar la resiliencia: 99 formas de recargar su carrera y su vida. “Cada vez que se integra una nueva tecnología, la curiosidad y el ingenio de los líderes y sus equipos son esenciales para corregir el rumbo”, afirma.
Kennedy destaca que siempre serán necesarios pivotes a lo prolongado de cualquier alucinación, lo que hace que la civilización de una estructura en torno al fracaso sea aún más crucial. “Si los líderes no están inculcando un enfoque positivo frente a el fracaso adentro de sus equipos, es poco probable que sigan probando nuevas tecnologías en el futuro”, argumenta. Curiosamente, memorizar del fracaso y considerarlo una oportunidad para desarrollar la resiliencia es importante para una integración tecnológica efectiva y un expansión organizacional más amplio.
“El éxito y el fracaso rara vez son blancos o negros”, señala Kennedy. “Si te tomas el tiempo para percatar curiosidad y analizar por qué una organización en particular no funcionó, puedes aceptar desafíos futuros, admitir mayores riesgos y mejorar tu desempeño y la probabilidad de éxito”.
4. Alterar en concienciación y formación en ciberseguridad
A medida que aumenta la cantidad de tecnología, todavía aumentan los riesgos para los datos y la seguridad. “Los seres humanos desempeñan un papel fundamental a la hora de minimizar estos riesgos y avalar que los sistemas sean seguros y cumplan las normas”, afirma Niall Mackey, director comercial del proveedor de servicios de correo electrónico tramitado Topsec Cloud Solutions. “La tecnología no se puede integrar con éxito sin supervisión humana”.
Las amenazas cibernéticas son cada vez más difíciles de detectar, lo que hace que las personas sean más susceptibles a los ataques. De hecho, una investigación de Deloitte revela que el 91% de los ciberataques comienzan con phishing por correo electrónico. Adicionalmente, las cadenas de suministro cada vez más entrelazadas y la creciente fuerza sindical integral pueden resultar en un “objetivo dominó dañino” si los equipos se quedan sin una amplia concienciación y capacitación en ciberseguridad.
Mackey sugiere que la capacitación debería realizarse en todos los niveles de la estructura y reforzarse periódicamente a medida que los ciberdelincuentes incorporen nuevas técnicas como vishing (phishing de voz) y quishing (phishing de códigos QR). “Los seres humanos son una importante término de defensa cibernética”, concluye Mackey. “Las organizaciones más exitosas refuerzan las habilidades de ciberseguridad de su equipo cada vez que implementan nueva tecnología”.
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