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Donald Trump cortejó a los amantes de bitcoin calificándose a sí mismo como el “criptopresidente”.
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La industria espera que su segundo mandato traiga cambios regulatorios y le dé a bitcoin un papel en la economía.
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Las políticas de Trump podrían disparar la capitalización de mercado de toda la clase de activos, dijo Standard Chartered.
Donald Trump pasó de ser un cínico del bitcoin a ser un “presidente criptográfico” y dio grandes frutos.
Trump menospreció los activos digitales hace apenas unos años, describiendo bitcoin como una estafa y, sin embargo, su última victoria electoral fue impulsada en gran parte por promesas favorables a las criptomonedas que desbloquearon millones en fondos de campaña.
Ahora que Trump regresa a la Casa Blanca, ahora es el turno de la industria de ver si sus apuestas por un segundo mandato dieron sus frutos. Esto es lo que quieren ver.
Uno de los temas fundamentales de la plataforma criptográfica de Trump es la promesa de dejar de lado las restricciones regulatorias que han afectado a la industria en los últimos años.
Las críticas han sido fuertes por el manejo del sector por parte de la administración Biden, caracterizado por acalorados enfrentamientos entre la Comisión de Bolsa y Valores y los principales actores criptográficos.
“Esos tipos, quiero decir, pusieron tanta incertidumbre en toda esta industria. Fue increíble. No había una guía clara, ni regulaciones”, dijo Tim Kravchunovsky, director ejecutivo de Chirp, una empresa descentralizada de telecomunicaciones.
En declaraciones a Business Insider, añadió que el conflicto regulatorio ha expulsado al negocio de las criptomonedas fuera de EE. UU., lo que le ha costado a Washington su ventaja competitiva.
Matt Mena, estratega de investigación de criptomonedas de 21Shares, estuvo de acuerdo con ese sentimiento.
“Al crear un entorno regulatorio más acogedor, este enfoque podría hacer retroceder proyectos y fundadores que abandonaron el país debido a la incertidumbre regulatoria, generando miles de nuevos empleos y millones en ingresos fiscales, impulsando la economía y al mismo tiempo haciendo avanzar el sector criptográfico”, dijo. BI por correo electrónico.
Con este fin, la industria anticipa que Trump reemplazará a los jefes regulatorios con personas más amigables con las criptomonedas. Mena dijo que el presidente electo ya está rodeado de figuras como Elon Musk, JD Vance, Robert F. Kennedy y Howard Lutnick.
Mientras tanto, para hacer posible el plan de Trump de convertir a Estados Unidos en un “centro criptográfico”, Kravchunovsky sugirió que Washington podría proporcionar incentivos como subvenciones federales y recortes de impuestos.
En el frente legislativo, los actores criptográficos también estarán atentos a la derogación del SAB 121 y la aprobación de varios proyectos de ley clave.
SAB 121, un documento de política de la SEC mantenido por la administración Biden, desalienta a los prestamistas estadounidenses a actuar como custodios de criptomonedas, dado que les exige mantener una cantidad equivalente de efectivo contra sus tenencias de criptomonedas. Su eliminación liberaría a los inversores institucionales para seguir adoptando activos digitales.