Todos somos producto de nuestras experiencias y Nieros Oyegun Soerensen no es una salvedad. Las experiencias de Oyegun Soerensen la han guiado hasta transformarse en una fuerza líder para las inversiones en África. Es asociada y directiva de operaciones de Verod, una firma líder de capital privado con sede en Lagos, Nigeria, que cuenta con trescientos sesenta y cuatro millones de dólares estadounidenses en activos bajo administración (AUM) y ha invertido en más de cuarenta empresas.
El papel del directivo de operaciones en las compañías de capital privado en África es parcialmente nuevo. Oyegun Soerensen es el primer directivo de operaciones de Verod y puede estar entre los primeros, si no el primero, en desempeñar ese papel en una firma de capital privado en África. ¿Qué hace un COO de una firma de Private Equity? “Mi día a día consiste fundamentalmente en administrar nuestro negocio en Verod internamente; todo, desde nuestras operaciones de fondos hasta la supervisión de la administración de fondos, finanzas, recursos humanos, temas legales y de cumplimiento, y ESG”. Además de esto, es parte de la junta directiva, de todos y cada uno de los comités de inversión del fondo y del comité ejecutivo. Es un papel esencial, mas Oyegun Soerensen está bien posicionado para cocrearlo y desempeñarlo con Verod.
Cómo capear las tormentas financieras: lecciones sobre peligros y oportunidades
Oyegun Soerensen empezó su carrera en el programa de analistas de banca de inversión de Goldman Sachs. Entonces se mudó a New Holland Capital, donde trabajó como analista en un equipo pequeñísimo. Ella estima que había cerca de doce profesionales de la inversión que administraban cerca de nueve mil quinientos millones de dólares estadounidenses en activos bajo administración. Estaba en New Holland Capital cuando se generó la crisis financiera mundial y, como se trataba de un fondo de múltiples estrategias con una enorme cartera de crédito, tuvo la ocasión de trabajar en tiempos sin precedentes.
La crisis financiera mundial fue una experiencia de aprendizaje. “El aspecto esencial fue aprender no a ser un especialista en todas y cada una de las estrategias, sino más bien sencillamente comprender de qué forma navegar y comprender lo bastante para hacer inversiones y tomar verdaderamente buenas resoluciones”, afirmó. Asimismo aprendió a producir acuerdo y proteger sus razonamientos.
En los últimos años, las compañías de inversión asimismo han debido sortear la volatilidad. Habiendo superado ya una crisis financiera, estaba en buena situación para respaldar a su fondo en lo que ciertos llaman un “invierno de financiación”. Una de sus enseñanzas de la crisis financiera verdaderamente repiquetea con el tiempo de inversión actual. Es preciso “pensar trescientos sesenta grados tanto en el peligro como en las oportunidades”, compartió Oyegun Soerensen.
En su papel de administración de ciclos de apogeo y caída, Oyegun Soerensen sigue meditando y aplicando sus aprendizajes. “En tiempos bastante difíciles, se nos recuerda que debemos centrarnos en los fundamentos: apoyar a las nuevas empresas con modelos de negocio sólidos, un liderazgo sólido y caminos claros cara la rentabilidad. Cuando el mercado vuelve a calentarse, de forma frecuente existe la tentación de perseguir exageraciones o valoraciones infladas, mas debemos resistir esto y proseguir comprometidos con la debida diligencia.
Defender la transición verde de África
Las primeras experiencias profesionales de Oyegun Soerensen moldean su experiencia de otras formas. Tras dejar New Holland Capital, Oyegun Soerensen empezó a trabajar en Macquarie Group, una compañía global de servicios financieros. Trabajó primordialmente en el equipo de energía, empezando en petróleo y gas, mas pasando a las energías renovables. Esto fue en dos mil ocho y en ese instante, la energía renovable a escala industrial era una industria naciente. “Es muy apasionante haber sido una parte de lo que fundamentalmente fue el inicio de la industria cuando toda la tecnología era verdaderamente carísima y aún debíamos descubrir de qué forma articular pactos y hacerlos viables”, meditó.
Esta experiencia asimismo le ha resultado realmente útil ahora que trabaja para invertir en África. Conforme KPMG, “África precisa más o menos doscientos setenta y siete mil millones de dólares estadounidenses anuales hasta dos mil treinta para cumplir los objetivos del Pacto de la ciudad de París. No obstante, los presentes flujos anuales de financiación climática cara África son de solo veintinueve y quinientos millones de dólares estadounidenses, lo que pone de relieve un déficit de financiación sustancial”. Ha habido ciertos avances cara este propósito. Conforme la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en un informe elaborado con el Banco Africano de Desarrollo, las inversiones anuales promedio en energía renovable en África se multiplicaron por diez, de menos de quinientos millones de dólares estadounidenses en el periodo dos mil-dos mil nueve a cinco mil millones de dólares estadounidenses en dos mil diez-dos mil veinte. Sorensen está muy encantado con las ocasiones de invertir en la transición verde. Pese a su profunda experiencia en energías renovables, no se restringe a mirar a los sospechosos frecuentes, como la energía solar, sino adopta un “enfoque de importante tamaño cara las economías verdes”. Por poner un ejemplo, en un continente tan dependiente de las importaciones, cualquier fabricación local para substituir insumos puede reducir en buena medida la huella de carbono del continente.
El viaje de Oyegun Soerensen resalta de qué forma las experiencias transformadoras dan forma a líderes soñadores. Con cada paso, aprovecha las lecciones de su pasado para impulsar un desarrollo sorprendente y sustentable en el panorama del capital privado y del capital de peligro de África.