El martes se advirtió a los californianos que se preparen para sufrir un calor sofocante a medida que una temible ola de calor se instala en el estado occidental de Estados Unidos.
Se pronostica que el mercurio alcanzará unos abrasadores 113 grados Fahrenheit (45 grados Celsius) en algunas partes de Los Ángeles más adelante en la semana, marcando el punto más alto de un verano ya caluroso.
Los meteorólogos dicen que una cresta de alta presión podría elevar las temperaturas 20 grados más de lo normal para esta época del año en algunos lugares, y se esperan condiciones peligrosas durante varios días.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo que una advertencia de calor excesivo estaría vigente desde el almuerzo del miércoles hasta después del atardecer del viernes.
Se esperaba que el área de Woodland Hills de Los Ángeles, un barrio acomodado al noroeste del centro de la ciudad, fuera la parte más calurosa del condado de Los Ángeles.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ordenó la apertura de centros de refrigeración en toda la ciudad donde las personas que no tengan acceso al aire acondicionado podrán refugiarse.
Aunque no sean tan altas, las altas temperaturas también afectarán a las zonas costeras, que normalmente escapan a lo peor del calor y han disfrutado de un agosto relativamente templado.
El científico del clima Daniel Swain dijo que los próximos días serán una muestra de lo que ya han soportado las zonas del interior del estado.
“La mayor parte de la costa inmediata de California se perdió un calor récord esta temporada (incluidas algunas de las partes más densamente pobladas de la megalópolis del sur de California)”, escribió en su blog Weather West.
Esto significa “que si bien la mayoría de la superficie de California efectivamente experimentó un verano récord de calor, la mayoría de la población de California probablemente no lo hizo”.
Es probable que en el Valle de la Muerte, uno de los lugares más calurosos de la Tierra, la temperatura alcance los 118 grados Fahrenheit, aunque esa temperatura es apenas inferior a los casi 122 grados F que registró en julio.
Más hacia el interior, el calor también afectará a partes de Arizona, incluida Phoenix, donde el martes se cumplió el centésimo día consecutivo en que la temperatura superó los 100 grados Fahrenheit.
Y no se vislumbraba ningún respiro para la ciudad más grande del estado, con un calor abrasador esperado durante toda la semana.
Las altas temperaturas en el suroeste de Estados Unidos (gran parte del cual es desierto) no son inusuales en esta época del año.
Pero los científicos dicen que el calentamiento global causado por el hombre está elevando los estándares y creando patrones climáticos más inestables.
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