Por Guy Faulconbridge y Lidia Kelly
MOSCÚ (Reuters) – Ucrania bombardeó el martes dos regiones rusas con drones mientras sus fuerzas terrestres intentaban romper las líneas defensivas en un intento de ganar aún más territorio en su mayor ataque a territorio ruso desde que comenzó la guerra.
Soldados ucranianos cruzaron la frontera rusa, a unos 530 kilómetros (330 millas) al suroeste de Moscú, hace una semana, en un ataque sorpresa que, según el presidente Vladimir Putin, tenía como objetivo mejorar la posición negociadora de Kiev antes de posibles conversaciones y frenar el avance de las fuerzas rusas a lo largo del resto del frente.
El Ministerio de Defensa ruso informó que sus unidades de defensa aérea destruyeron 12 drones sobre la región de Kursk, uno sobre la región de Belgorod y otro sobre Voronezh. Las autoridades rusas en Kursk y Belgorod emitieron advertencias de ataques con misiles.
Rusia y Ucrania han dado estimaciones muy diferentes del área de territorio ruso bajo control ucraniano: Kiev afirma que tiene 1.000 kilómetros cuadrados (386 millas cuadradas), pero funcionarios rusos afirman que el área es menos de la mitad de esa cantidad.
Los blogueros de guerra rusos informaron sobre intensas batallas en el frente de Kursk mientras las fuerzas ucranianas intentaban expandir su control cerca de Lgov, Bolshoy Soldatskoye y Korenevo, aunque dijeron que Rusia estaba trayendo soldados y armamento pesado y repelió algunos de los ataques ucranianos.
No está claro el destino de la ciudad de Sudzha, por la que Rusia bombea gas desde Siberia occidental a través de Ucrania y hacia Eslovaquia y otros países de la Unión Europea. Gazprom dijo el lunes que todavía estaba bombeando.
Algunos blogueros de guerra rusos y canales ucranianos de Telegram dijeron que la ciudad estaba bajo el control de Ucrania, aunque Reuters no pudo verificar de forma independiente los relatos del campo de batalla y Rusia aún no ha dado detalles sobre la situación en Sudzha.
En 2023 se suministraron alrededor de 14.650 millones de metros cúbicos (bcm) de gas a través de Sudzha, aproximadamente la mitad de las exportaciones rusas de gas natural a Europa o alrededor del 5% del consumo de la UE.
El ataque ucraniano ha puesto de relieve lo eficaces que pueden ser las unidades pequeñas y altamente móviles contra el ejército ruso, numéricamente muy superior, aunque al dedicar fuerzas a Kursk, Ucrania podría debilitar otras partes del frente.
Rusia informó el lunes que estaba ganando terreno en otras partes del frente, aunque Moscú tuvo que mover reservas para detener el avance ucraniano.
El presidente Volodymyr Zelenskiy dijo a los ucranianos en su discurso nocturno que la operación era una cuestión de seguridad ucraniana y que la región de Kursk había sido utilizada por Rusia para lanzar muchos ataques contra Ucrania.
“Hay que obligar a Rusia a hacer la paz si Putin quiere luchar con tanta fuerza”, afirmó Zelenski.
Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 y ahora controla el 18% del territorio ucraniano. Hasta el ataque sorpresa contra Rusia, Ucrania había estado perdiendo territorio ante las fuerzas rusas a pesar de los cientos de miles de millones de dólares de apoyo estadounidense y europeo destinados a detener e incluso revertir el avance ruso.
En Kursk, 121.000 personas ya habían huido o habían sido evacuadas y otras 59.000 estaban en proceso de ser evacuadas, según informaron las autoridades locales. En la región rusa de Belgorod, que limita con Kursk, también fueron evacuados 11.000 civiles, según el gobernador de la región.
La fuerza aérea ucraniana informó el martes de que Rusia lanzó 38 drones de ataque y dos misiles balísticos contra Ucrania durante la noche. El país entero estuvo brevemente bajo alerta de ataque aéreo a primera hora del martes, pero desde entonces se han cancelado.
(Escrito por Lidia Kelly en Melbourne y Guy Faulconbridge en Moscú; editado por Shri Navaratnam, Miral Fahmy y Andrew Heavens)