En un raro comunicado de fin de semana, el Vaticano respondió el sábado a la controvertida actuación drag queen de la pintura “La Última Cena” de Leonardo da Vinci durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 la semana pasada.
El segmento del 26 de julio mostraba una escena que se parecía a la famosa pintura de Jesucristo y sus apóstoles compartiendo una última cena, en lugar de una escena que mostraba a unas drag queens presidiendo un banquete. En el centro había una mujer vestida de forma elaborada con un gran tocado plateado que se parecía a un halo, como suele representarse en las pinturas de Jesucristo.
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El director creativo del evento negó que la escena fuera una referencia a la pintura. Sin embargo, un portavoz de los Juegos Olímpicos pidió disculpas a los ofendidos y otro admitió posteriormente la referencia.
El Vaticano dijo el sábado que la actuación mostraba una falta de “respeto hacia los demás”.
“La Santa Sede se sintió entristecida por algunas escenas ocurridas durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y no puede por menos de unirse a las voces que se alzaron estos días para deplorar la ofensa cometida contra muchos cristianos y creyentes de otras religiones”, afirmó en un comunicado de prensa emitido el fin de semana.
“En un evento prestigioso, en el que el mundo entero se reúne para compartir valores comunes, no debería haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas. La libertad de expresión, que evidentemente no se cuestiona aquí, está limitada por el respeto a los demás”, afirmó el Vaticano.
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