Dos jugadores más podrían estar involucrados en el caso de arreglo de partidos de fútbol australiano que ya ha resultado en que tres jugadores del Macarthur FC sean acusados.
El mediocampista Kearyn Baccus compareció ante el tribunal el jueves para enfrentar cargos relacionados con un complot de apuestas ilegales para recibir tarjetas amarillas durante partidos de la A-League a cambio de un pago.
Fue arrestado el 17 de mayo junto con el capitán del equipo Ulises Dávila y su compañero Clayton Lewis. A los tres se les concedió la libertad bajo fianza y fueron suspendidos por Football Australia según las normas de su código de conducta.
Los documentos presentados el jueves en el Tribunal Local de Campbelltown revelaron que otros dos jugadores están acusados de participar en un grupo criminal.
Football Australia emitió un comunicado diciendo que estaba al tanto de las acusaciones, pero agregó que uno de los jugadores cuya identidad fue revelada no era sospechoso en el caso.
“Football Australia reconoce las investigaciones sobre la posible participación de otros jugadores del Macarthur FC en las acusaciones de apuestas…”, decía el comunicado. “Es importante señalar que (el jugador mencionado) no es considerado sospechoso y actualmente no está bajo investigación.
“Football Australia se toma en serio estos asuntos y se compromete a cooperar plenamente con las autoridades”.
El escuadrón contra el crimen organizado de la policía estatal de Nueva Gales del Sur lanzó Strike Force Beaconview para investigar en diciembre pasado con la ayuda de funcionarios con sede en Gran Bretaña después de que se identificaran patrones sospechosos de apuestas puntuales.
La policía había dicho anteriormente que se buscaba a un cuarto jugador del Macarthur FC para interrogarlo, pero que no se encontraba en el estado de Nueva Gales del Sur en el momento de los arrestos.
La Australian Associated Press informó que Baccus no habló durante la breve mención de su caso en el tribunal de Campbelltown en el suroeste de Sydney y no indicó cómo se declararía.
Su caso fue aplazado hasta el 24 de junio, cuando deberá comparecer ante el Tribunal Local del Centro Downing de Sydney.
Los investigadores han alegado que las tarjetas amarillas, que emiten los árbitros como advertencias por juego sucio o ilegal, fueron manipuladas durante los partidos jugados en noviembre y diciembre pasados.
Los tres jugadores acusados recibieron tarjetas amarillas en un partido del 9 de diciembre contra el Sydney FC.
Los investigadores también alegan que se hicieron intentos fallidos de hacer lo mismo durante los partidos del 20 de abril y el 4 de mayo.
Cuando se presentaron los cargos, el subcomisionado de policía Michael Fitzgerald dijo que los jugadores habían “traicionado la confianza de sus seguidores y el código”.
Macarthur FC ha estado en la competición masculina de la A-League desde la temporada 2020-21. La liga tiene 11 clubes con sede en Australia y uno en Nueva Zelanda.
Macarthur terminó en quinto lugar durante la temporada regular.
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Fútbol AP: muf