Detroit – Un hombre de unos 60 años que atravesaba una crisis de salud mental disparó contra tres personas en el lado este de Detroit.
El incidente ocurrió el lunes (15 de julio) a las 8:57 pm en Gratiot Avenue y Van Dyke. El hombre entró a la gasolinera, agitado por alguna situación, y afirmó que había gente que lo seguía.
“El hombre sale de la estación y regresa a su vehículo cuando aparecen ciudadanos al azar y dispara indiscriminadamente nueve veces, hiriendo a tres personas”, dijo el jefe de policía de Detroit, James White. “Sabemos que cuatro personas resultaron heridas, pero podemos confirmar en este momento que tres recibieron disparos”.
Las autoridades afirman que una de las víctimas era una mujer embarazada que recibió un disparo en la cara. Su estado es crítico.
Los funcionarios dicen que respondieron en dos minutos y arrestaron al hombre sin incidentes.
El DPD dijo que están investigando qué llevó al hombre a la gasolinera y si tenía antecedentes de enfermedad mental.
Las tres personas que recibieron disparos eran una mujer embarazada de unos 20 años. Su condición es crítica y fue trasladada a un hospital del área metropolitana de Detroit.
Había un hombre de unos 30 años y otra mujer de unos 20. White dijo que la cuarta persona era una mujer que resultó herida. Dijo que no creía que le hubieran disparado.
Dijo que estaba cansado de que los niños y la gente lo siguieran.
“Simplemente tuvo una conversación informal sobre lo cansado que estaba de que los niños y la gente lo siguieran”, dijo White. “Al final, sale y dispara. Mientras la gente intentaba entrar al edificio, gracias a Dios no pudieron entrar más personas porque él les hizo señas para que se fueran cuando estaba dentro, o podría haber sido mucho más trágico de lo que es”.
White dijo que el hombre en el momento del tiroteo tenía un brazalete médico en su brazo.
“Esto es trágico”, dijo White. “No es necesario. Ya hemos hablado de salud mental y violencia con armas de fuego, y como departamento de policía estamos haciendo todo lo que podemos en la comunidad para seguir estando alerta. Nuestros agentes llegaron en dos minutos. Estoy convencido de que habríamos tenido muchas más personas baleadas si no hubieran sido así”.
El jefe de policía de Detroit, James White, habla sobre la crisis de salud mental que provocó el tiroteo en el lado este de Detroit
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