El Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás, dijo que un ataque israelí el sábado contra un campamento de desplazados en el sur del territorio palestino mató al menos a 71 personas.
Se trata del último incidente con numerosas víctimas en la zona de Al-Mawasi, donde habían huido muchos palestinos, y se produce mientras los mediadores internacionales siguen adelante con sus esfuerzos para detener la guerra entre Israel y los militantes de Hamás.
Ha habido una indignación mundial generalizada por el costo civil de la guerra.
En Israel, se esperaba que los manifestantes volvieran a congregarse más tarde el sábado para exigir nuevas elecciones y un acuerdo para liberar a los rehenes que aún permanecen retenidos por Hamas en Gaza.
Los manifestantes, que en ocasiones llegan a reunir decenas de miles, han intensificado sus acciones contra el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Un comunicado del Ministerio de Salud de Gaza dijo que hubo más de “71 mártires” y 289 personas heridas en lo que llamó una “masacre brutal de la ocupación”, en referencia a Israel, en el campamento de Al-Mawasi.
La AFP no pudo confirmar de forma independiente el número de víctimas.
El ejército israelí dijo que estaba “investigando” el incidente.
“¿Qué hicimos?”, grita una mujer en la calle, en imágenes captadas por AFPTV. “¿Qué hicimos? Estábamos sentados cerca de la playa”.
Las sirenas sonaban y se alzaba humo a lo lejos mientras los hombres usaban mantas para recoger a las víctimas. Algunas estaban claramente sin ayuda y yacían muertas en la carretera.
En mayo, Israel había ordenado a los palestinos de la zona de Rafah que se trasladaran a una zona humanitaria designada en Al-Mawasi, en la costa, mientras las tropas avanzaban hacia la ciudad sureña de Rafah, cerca de la frontera con Egipto.
– Desplazados, destruidos –
Más tarde ese mes, un incendio mató a 45 personas en un campamento de tiendas de campaña en la zona. El ejército israelí dijo que había atacado y matado a dos militantes de alto rango de Hamas en el noroeste de Rafah en el ataque que provocó el incendio, pero agregó que sus municiones por sí solas no podrían haber causado el incendio.
En otro incidente ocurrido al mismo tiempo, un funcionario de defensa civil de Gaza dijo que un ataque israelí mató a 21 personas en un campamento de desplazados al oeste de Rafah. El ejército israelí rechazó las acusaciones y dijo que “no había atacado” la zona humanitaria designada en Al-Mawasi.
A finales de junio, el Comité Internacional de la Cruz Roja afirmó que 22 personas murieron a causa de los bombardeos que dañaron su oficina en Gaza, que está rodeada por cientos de personas desplazadas que buscaron refugio allí.
Un portavoz militar israelí dijo que “no había indicios” de un ataque israelí en la zona humanitaria de Al-Mawasi en ese momento.
La guerra comenzó con el ataque de Hamás el 7 de octubre al sur de Israel, que causó la muerte de 1.195 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
Los militantes también capturaron a 251 rehenes, 116 de los cuales permanecen en Gaza, incluidos 42 que, según el ejército, están muertos.
Israel respondió con una ofensiva militar que mató al menos a 38.443 personas en Gaza, en su mayoría civiles, según un balance del Ministerio de Salud de Gaza publicado el sábado por la tarde.
La guerra ha dejado a la gran mayoría de los habitantes de Gaza desplazados y privados de asistencia vital en un territorio donde gran parte de la infraestructura ha sido destruida.
– ‘Círculos del infierno’ –
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamamiento el viernes a los gobiernos donantes para que reanuden la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, advirtiendo que no había alternativa a la UNRWA como conducto para la ayuda a los habitantes de Gaza a pesar de la prolongada oposición israelí a la agencia.
“Justo cuando pensábamos que no podía empeorar en Gaza, de alguna manera, y por terrible que parezca, los civiles están siendo empujados a círculos cada vez más profundos del infierno”, dijo.
El jefe de UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo más tarde que la agencia ahora tenía fondos suficientes para operar hasta septiembre.
Israel y Hamás han mantenido durante meses conversaciones indirectas a través de mediadores qataríes, estadounidenses y egipcios para alcanzar una tregua aún esquiva y un acuerdo de liberación de rehenes.
Las conversaciones tuvieron lugar el miércoles en Doha, mientras que Israel dijo que enviaría una delegación a El Cairo el jueves por la noche para continuar las negociaciones.
Netanyahu sigue insistiendo en que cualquier acuerdo debe permitir a Israel cumplir todos sus objetivos de guerra: destruir a Hamás y traer de regreso a todos los rehenes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha esbozado lo que llamó un plan israelí para una tregua de seis semanas en la que los rehenes retenidos en Gaza serían liberados a cambio de palestinos en cárceles israelíes. En una segunda fase se negociaría el fin total de la guerra.
El jueves dijo: “Ese marco está ahora acordado tanto por Israel como por Hamás.
“Aún quedan brechas por cerrar, pero estamos avanzando, la tendencia es positiva y estoy decidido a lograr este acuerdo y poner fin a esta guerra, que debe terminar ahora”.
Biden volvió a presionar a Israel para que presente un plan “del día después” para Gaza y habló de esfuerzos diplomáticos para persuadir a los estados árabes para que ayuden con la seguridad.
Hamás ha propuesto un gobierno independiente y no partidista tanto para la Gaza de posguerra como para Cisjordania ocupada por Israel, dijo Hossam Badran, miembro del buró político del grupo.
Los comentarios de Badran se produjeron después de que Netanyahu -cuyos críticos lo han acusado de prolongar la guerra- exigiera que Israel mantuviera el control del corredor de Filadelfia, territorio de Gaza a lo largo de la frontera con Egipto.