Pateé y grité como un papá del fútbol, ​​hasta que me di cuenta de que algún día me lo voy a perder.

Finalmente llegó el correo electrónico. Cuando corrí a la habitación de Lucas para contarle la noticia, me abrazó. “Gracias papá”, dijo. “Sé que realmente has estado sudando por esto”. No soy un tipo de metáforas deportivas, pero nuestro hijo de 12 años lo había logrado. Había pasado meses elaborando estrategias para conseguirle a este chico … Leer más