Utilizando luz infrarroja y formación obligatorio, los investigadores han desarrollado un método para evaluar eficazmente la salubridad humana y sus desviaciones a nivel de población.
Imaginemos un atmósfera en el que una sola migaja de familia nos proporcione información completa sobre la salubridad en cuestión de minutos. Gracias a los recientes avances científicos, esta visión podría hacerse efectividad. Los científicos del equipo BIRD dirigido por Mihaela Žigman en la Ludwig-Maximilians-Universität München (LMU) y el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica (MPQ), en colaboración con el Helmholtz Zentrum München, han desarrollado una aparejo de detección de la salubridad que utiliza luz infrarroja y formación obligatorio para detectar múltiples afecciones de salubridad con una sola medición.
La espectroscopia infrarroja, una técnica que emplea luz infrarroja para analizar la composición molecular de las sustancias, ha sido una aparejo fundamental en la química durante décadas. Es como darle a las moléculas una huella digital que puede ser entregada por una máquina especializada indicación espectrómetro. Cuando se aplica a biofluidos complejos como el plasma escarlata, esta técnica fisicoquímica puede revelar información detallada sobre las señales moleculares, lo que la convierte en una aparejo prometedora para el diagnosis médico. A pesar de su uso de larga data en la química y la industria, la espectroscopia infrarroja no se ha establecido ni integrado en el canon del diagnosis médico.
Un equipo de científicos del especie BIRD de la LMU y del MPQ, dirigido por Mihaela Žigman, inició un esfuerzo para afrontar esta cuestión. Tras ocurrir establecido previamente un método para evaluar el plasma humano, colaboraron con el equipo de Annette Peters de Helmholtz Munich para ser pioneros en la identificación molecular infrarroja en una población lógicamente diversa. Esto implicó evaluar la familia de miles de personas en el estudio KORA, un esquema integral de investigación sanitaria establecido en Augsburgo, Alemania. Se eligieron adultos seleccionados al azar como un atmósfera representativo de una población lógicamente variable y se los reclutó para exámenes médicos y donaciones de familia.
Amplios potenciales usos
¿Cuál es el valía del trabajo flagrante? El estudio KORA existente adquirió un nuevo valía al ser probado desde una nueva perspectiva y servir a un nuevo propósito: se midieron más de 5.000 muestras de plasma escarlata utilizando espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FTIR). Tarek Eissa y Cristina Leonardo del equipo BIRD en LMU analizaron las muestras de familia del estudio KORA utilizando luz infrarroja para obtener huellas moleculares. El equipo aplicó el formación obligatorio para analizar las huellas moleculares y las correlacionó con datos médicos. Descubrieron que estas huellas contienen información valiosa que permite una evaluación rápida de la salubridad. Un operación informático multitarea que ahora es capaz de distinguir entre varios estados de salubridad, incluidos niveles anormales de lípidos en familia, varios cambios en la presión arterial, ver diabetes tipo 2 pero incluso detectar incluso prediabetes, un precursor de la diabetes que a menudo no se detecta.
Curiosamente, el operación incluso pudo identificar a personas que estaban sanas y se mantuvieron sanas durante los abriles investigados. Esto fue muy importante por dos razones: en primer circunscripción, la mayoría de las personas en cualquier población aleatoria experimentan cambios anormales en la salubridad y, cedido que todos somos diferentes y que todos cambiamos con el tiempo, es casi trivial encontrar individuos completamente sanos. En segundo circunscripción, muchas personas padecen múltiples afecciones en diversas combinaciones. Tradicionalmente, los médicos necesitarían una nueva prueba para cada enfermedad. Sin incautación, este nuevo enfoque no solo identifica una afección a la vez, sino que identifica con precisión una variedad de problemas de salubridad. Este sistema impulsado por el formación obligatorio no solo identifica a las personas sanas, sino que incluso detecta afecciones complejas que involucran múltiples enfermedades simultáneamente. Encima, puede predecir el crecimiento del síndrome metabólico abriles antaño de que aparezcan los síntomas, lo que brinda una ventana para las intervenciones.
Según los investigadores, este estudio sienta las bases para que la huella molecular infrarroja se convierta en una parte rutinaria de los exámenes de salubridad, lo que permitirá a los médicos detectar y tratar enfermedades de guisa más valioso. Esto es especialmente importante para trastornos metabólicos como las anomalías del colesterol y la diabetes, en los que las intervenciones oportunas y efectivas pueden mejorar significativamente los resultados. Sin incautación, las posibles aplicaciones de esta tecnología se extienden aún más. A medida que los investigadores sigan perfeccionando el sistema y ampliando sus capacidades, mediante el crecimiento de tecnología y el establecimiento de estas en el contexto de estudios clínicos, habrá aún más enfermedades y sus combinaciones que se añadirán al repertorio de diagnosis, esperan los investigadores. Esto podría conducir a un control de salubridad personalizado, en el que las personas comprueben periódicamente su estado de salubridad y detecten posibles problemas mucho antaño de que se agraven.
En conclusión, los investigadores creen que la combinación de la espectroscopia infrarroja con el formación obligatorio transformará el diagnosis retrete. Con una sola migaja de familia y luz infrarroja, habrá una nueva y poderosa aparejo para controlar nuestra salubridad, detectar problemas de guisa más valioso y mejorar potencialmente la atención sanitaria a nivel mundial.
Fuente:
Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich (LMU)
Narración de la revista:
Eissa, T., y otros(2024). La toma de huellas dactilares infrarrojas de plasma con formación obligatorio permite la detección de salubridad multifenotípica con una sola medición. Informes de Cell Medicine. doi.org/10.1016/j.xcrm.2024.101625.