Los líderes en IA son cada vez más optimistas sobre el potencial de la tecnología en el sector de la sanidad, especialmente cuando se manejo de bots personalizados que pueden comprender y topar problemas de sanidad individuales.
OpenAI y Arianna Huffington ahora están financiando conjuntamente el incremento de un “preparador de sanidad con inteligencia sintético” a través de Thrive AI Health. Tiempo En un artículo de opinión de la revista, el director ejecutante de OpenAI, Sam Altman, y Huffington afirmaron que el bot será entrenado con “la mejor ciencia revisada por pares” próximo con “los datos biométricos personales, de laboratorio y otros datos médicos que haya predilecto compartir con él”.
La empresa eligió a DeCarlos Love, un ex ejecutante de Google que anteriormente trabajó en Fitbit y otros wearables, como director ejecutante. Thrive AI Health asimismo estableció alianzas de investigación con varias instituciones académicas y centros médicos como Stanford Medicine, el Instituto de Neurociencia Rockefeller de la Universidad de Virginia Occidental y la Universidad de Medicina Alice L. Walton. (La Fundación Alice L. Walton asimismo es un inversor importante en Thrive AI Health).
Los entrenadores de sanidad basados en inteligencia sintético se han convertido en una moda popular: Fitbit está trabajando en un preparador con chatbot basado en inteligencia sintético y Whoop agregó un “preparador” basado en ChatGPT para brindarles a los usuarios más información sobre sus métricas de sanidad. En San Francisco, la obsesión por los datos de sanidad es poco fundamental. No irás acullá sin ver a alguno usando un anillo Oura o alardeando de los datos de sueño que obtiene de su colchón Eight Sleep.
El objetivo de Thrive AI Health es proporcionar información valiosa a quienes de otro modo no tendrían comunicación a ella, como una matriz soltera que rebusca ideas de comidas rápidas para su hijo sin gluten o una persona inmunodeprimida que necesita asesoramiento instantáneo entre las citas con el médico. Personalmente, lo usaría para preguntar sobre cada dolor de comienzo inusual, en puesto de creer en los diagnósticos a menudo alarmantes de WebMD.
Pero no hace yerro pensar mucho para encontrar razones para ser cauteloso: compartir los datos de sanidad con alguno que no sea un médico de atención primaria podría dar puesto a una filtración de esa información. Por otra parte, existe la posibilidad de que el bot proporcione información errónea peligrosa o incluso mortal, así como el peligro de que la atención de calidad se reduzca a respuestas rápidas y defectuosas sin supervisión humana.
El bot aún se encuentra en sus primeras etapas y está adoptando un Hábitos atómicos Enfoque. Su objetivo es fomentar pequeños cambios en cinco áreas secreto de su vida: sueño, avituallamiento, estado físico, manejo del estrés y conexión social. Al realizar pequeños ajustes, como sugerir una caminata de 10 minutos posteriormente de congregar a su hijo de la escuela, Thrive AI Health tiene como objetivo influir positivamente en las personas con enfermedades crónicas como la enfermedad cardíaca. No afirma estar dinámico para proporcionar un dictamen vivo como lo haría un médico, sino que pretende mandar a los usuarios en torno a un estilo de vida más saludable.
“La IA ya está acelerando enormemente el ritmo del progreso estudiado en medicina, ofreciendo avances en el incremento de fármacos y diagnósticos, y aumentando el ritmo del progreso estudiado en torno a enfermedades como el cáncer”, se lee en el artículo de opinión.
El avance del sistema médico con IA podría ser tremendamente caritativo para la sociedad, siempre que verdaderamente funcione. Si aceptablemente un androide que te diga que duermas más no está exactamente a la mérito de las curas milagrosas de la IA, ha habido algunos avances prometedores de IA en el sector de la sanidad, como un estudio que sugiere que un radiólogo con el apoyo de una utensilio de IA especializada puede detectar el cáncer de mama a partir de imágenes de mamografías con la misma precisión que dos radiólogos. Igualmente hay medicamentos diseñados con IA actualmente en ensayos clínicos, como uno para tratar la fibrosis, y un equipo de investigadores del MIT utilizó IA en 2020 para descubrir un antibiótico capaz de matar E. coli.
Para Altman y Huffington, el desafío será crear confianza en un producto que maneja parte de su información más privada mientras navega por los límites del poder de la IA.