No es asunto nuestro por qué

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Pink anunció recientemente que pausará su tournée oportuno a un problema de salubridad no revelado, iniciando una vez más una conversación sobre cuánto le debemos a la parentela con respecto a las condiciones médicas privadas.

La sino del pop ganadora del Grammy anunció el martes que su espectáculo programado en Berna, Suiza, se cancela oportuno a órdenes médicas.

“Lamento mucho deber tenido que revocar mi espectáculo en Berna este miércoles”, escribió en Instagram. “Hago todo lo que puedo para asegurarme de poder representar para ustedes todas las noches, pero a posteriori de consultar con mi médico y explorar todas las opciones disponibles, me han informado que no puedo continuar con el espectáculo mañana.

“Tenía muchas ganas de estar con vosotros y crear expresiones con vosotros y compartir nuestro espectáculo con vosotros, pero estoy muy decepcionada de tener que revocar”, añadió. “Les remisión acto sexual y salubridad a todos, y efectivamente espero retornar a verlos pronto”. La mayoría de la parentela inundó los comentarios de su publicación en Instagram enviando vibraciones curativas, pero de todos modos acechaban las especulaciones: “Cuando estuve allí el viernes, dije que pensaba que no te encontrabas acertadamente”, escribió un comentarista de Instagram. Otro le preguntó qué había pasado.

La verdad es que nadie, insigne o no, es inmune a los problemas de salubridad, y todos merecen privacidad cuando ocultan detalles. Detrás del silencio se esconden historias serias.

“Las figuras públicas necesitan privacidad para afrontar la situación, curar y desarrollar una táctica para seguir delante, como todo el mundo”, dijo anteriormente a USA TODAY Amy Morin, psicoterapeuta, autora de “13 Things Mentally Strong People Don’t Do” y presentadora de un podcast. “Trabajar en los problemas en privado puede darles espacio para encargar sus emociones y diseñar estrategias para seguir delante sin la distracción de opiniones externas”.

Los límites son cruciales

No afirmar poco es a menudo tan indicativo como una proclamación extensa y llena de detalles. Si cierto buscado Si quieres memorizar poco, te lo dirán. Incluso las celebridades.

“Los límites son esenciales para sufrir una vida saludable”, dijo anteriormente a USA TODAY Laura Petiford, terapeuta matrimonial y sencillo autorizada. “Las personas saludables respetan los límites que los demás establecen para sí mismos”.

Sin requisa, en la ahora es comprensible ignorar los límites de los demás. “En la era de las redes sociales, el divulgado en genérico se ha acostumbrado a compartir no solo sus momentos más privados, sino todavía a esperar que los demás hagan lo mismo”, dijo anteriormente la psicóloga Reneé Carr a USA TODAY.

Por qué las celebridades merecen privacidad como cualquier otra persona

El divulgado a menudo insiste en que merecer conocer todos los tripas de la vida de las celebridades. Pero, ¿lo hacen? en verdad?

“Si nos ponemos en su puesto, querríamos poder tener una vida privada, especialmente cuando se comercio de cuestiones delicadas o difíciles”, añade Petiford. “Sí, han optado por sufrir una vida más a la horizonte del divulgado, pero no han renunciado a su falta humana de trazar una sarta clara entre ellos y aquellos que se interesan por ellos”.

Querrías tener la misma privacidad para ti durante los momentos más crueles de la vida, ¿no es así?

“Necesitamos privacidad no sólo para afrontar la situación, sino todavía para intentar darle sentido a lo que ha sucedido o nos está sucediendo y tratar de descubrir cómo seguir delante”, añade Carr.

Encima, nadie que esté pasando por un momento difícil quiere escuchar todas las opiniones sobre su situación, seas una celebridad o no.

“Los comentarios de otras personas pueden ser molestos y distraer”, dice Morin. “Durante una crisis, es importante ofrendar energía a las cosas que más importan. Solo se dispone de una cierta cantidad de tiempo y energía y lo posterior que se quiere hacer es desperdiciarlo combatiendo fuerzas externas que podrían afectar la toma de decisiones”.

Colaborador: KiMi Robinson

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