La exposición al arsénico (conocido a veces como el “rey de los venenos”) y al plomo (posiblemente responsable de la locura de Van Gogh) puede ser mortal. Por eso, una ola de preocupación se ha extendido por las redes sociales tras un estudio que reveló que los tampones contienen arsénico, plomo y otros componentes pesados. Pero, ¿hasta qué punto debemos preocuparnos realmente?
En el nuevo estudio, los investigadores analizaron los niveles de 16 metales en 30 tampones de 14 marcas diferentes. Encontraron 12 de esos metales, incluidos algunos tóxicos, en todos los productos analizados. “Encontramos plomo, por ejemplo, en el 100 por ciento de los tampones que analizamos”, dice la autora principal Jenni Shearston, epidemióloga ambiental del Universidad de California, Berkeley.
A pesar de que los tampones están en el mercado estadounidense desde hace más de 90 años, los autores del estudio creen que esta es la primera vez que alguien los analiza para detectar la presencia de metales pesados. Shearston lo atribuye al tabú histórico en torno a la menstruación. “Si no hablamos de los períodos o de los productos menstruales, es posible que tampoco hagamos preguntas científicas importantes”, afirma.
Esto es lo que el plomo, el arsénico, el cadmio y otros contaminantes presentes en los tampones podrían significar para tu salud, y otras formas comunes en las que quizás no sepas que estás expuesta.
El rey de los venenos
En la época victoriana, el arsénico estaba presente en todo, desde la ropa y el papel tapiz hasta las velas y las flores artificiales, pero su uso se dejó de utilizar después de que los médicos se dieron cuenta de que la exposición estaba matando a las personas.