Los estadounidenses gastan más en atención médica que cualquier otra nación, pero casi la porción no puede costearla.


Protesta frente a la sede de UnitedHealthcare termina con osadía

Los estadounidenses gastan más plata en atención sanitaria per cápita que la concurrencia de cualquier otra nación desarrollada, pero casi la porción dice que recientemente ha tenido dificultades para avalar tratamientos médicos o medicamentos recetados, según un nuevo estudio de Gallup y West Health.

Más o menos del 45% de los encuestados por las organizaciones dijeron que recientemente habían tenido que dejar de tomar un tratamiento o tomar medicamentos correcto al costo o a la error de un entrada sencillo. De ellos, cerca de del 8% dijo que siquiera tendrían entrada a una atención médica asequible si la necesitaran hoy, un corro que Gallup y West Health calificaron de “desesperado por los costos”.

Si proporcionadamente el 55% de los estadounidenses tienen “seguro el costo”, lo que significa que pueden avalar la atención y los medicamentos, eso representa una disminución respecto del 61% que se encontraba en esa categoría en 2022, encontró el estudio.

Cada vez más personas tienen problemas para afrontar los costos de la atención médica, en parte correcto a la veterano inflación y a una tendencia a dispendioso plazo en torno a planes de seguro con deducibles más altos y una cobertura menos integral, dijo a CBS MoneyWatch Tim Lash, presidente de West Health, un corro sin fines de interés enfocado en promover la atención médica asequible. Más o menos del 94% de los encuestados cree que ellos o los estadounidenses en genérico están pagando demasiado por la atención médica y no están aprovechando al mayor su plata.

“Vemos a personas y familias que toman decisiones que nadie debería tener que tomar, como ‘¿Me voy de receso o cuota la atención médica y los medicamentos?’ o, en el peor de los casos, ‘¿Cómo raciono mi comida para poder avalar mis medicamentos?'”, dijo Lash. “Como el país más rico y desarrollado, no deberíamos estar en esa situación”.

Según el Peterson-KFF Health Care Tracker, los estadounidenses gastan un promedio de 12.555 dólares por persona al año en atención médica. En comparación, el desembolso pintoresco en atención médica en otros países desarrollados es de unos 6.651 dólares, según el prospección.

“Lo que descubrimos al combinar las tendencias de los puntos de datos es en realidad preocupante”, dijo Lash. “Es que la asequibilidad de la atención médica ha ido empeorando, lo que pone de relieve la cantidad de familias que no pueden permitirse cosas como los medicamentos recetados”.

Aumento de los costes de los seguros

Según KFF, en 2022, la franquicia promedio del seguro emparentado en Estados Unidos se situó en unos 3.800 dólares, frente a los 2.500 dólares de 2013. El IRS considera que los seguros para familias con franquicias de 3.200 dólares o más son planes con franquicias altas.

Los estadounidenses con seguro médico asimismo tienen dificultades para avalar la cobertura, y algunos se quejan de que sus aseguradoras les ponen trabas para aceptar a la atención. El lunes, por ejemplo, los manifestantes frente a la sede de UnitedHealthcare protestaron por lo que alegan Es la praxis de la compañía de negarse a aprobar la atención mediante denegaciones de autorización previa o mediante denegaciones de reclamaciones.

“La cobertura del seguro de vigor se ha expandido en Estados Unidos, pero estamos descubriendo que son las propias corporaciones de seguros de vigor privadas las que a menudo son la veterano barrera para que las personas reciban la atención que ellos y sus médicos acuerdan que necesitan”, dijo Aija Nemer-Aanerud, directora de campaña del People’s Action Institute, a CBS Minnesota.

Un portavoz de UnitedHealthcare dijo a CBS Minnesota que había resuelto los problemas planteados por los manifestantes.

El estudio de Gallup-West Health asimismo encontró que existen mayores brechas en la asequibilidad para algunos grupos demográficos, y que las personas negras e hispanas tienen más probabilidades de carear problemas para avalar el tratamiento médico o las recetas. Los estadounidenses mayores de entre 50 y 64 primaveras (aquellos que aún no califican para Medicare, que comienza a aplicarse a los 65) asimismo enfrentan más desafíos, según el estudio.

“Para mí, los datos son una oportunidad: demuestran claramente que se manejo de un problema inaceptable”, afirmó Lash. “Tengo la esperanza de que podamos rendir este tipo de resultados para emprender una reforma significativa”.