Los agricultores están adoptando la agricultura regenerativa para mejorar la salud del suelo

La agricultura regenerativa se ha convertido en el foco de la comunidad agrícola a medida que los agricultores de Estados Unidos enfrentan las duras realidades del cambio climático: calor extremo, sequía, fuertes lluvias, inundaciones y erosión.

Este enfoque innovador promete no sólo mejorar la salud del suelo sino también brindar oportunidades financieras a través del “cultivo de carbono”.

¿Qué es la agricultura regenerativa?

La agricultura regenerativa es un enfoque agrícola que se centra en mejorar y restaurar la salud del suelo, los ecosistemas y el medio ambiente mientras se producen alimentos. Va más allá de las prácticas sostenibles, cuyo objetivo es mantener el status quo, mejorando activamente la tierra.

Los principios clave de la agricultura regenerativa incluyen:

  • Minimizar la alteración del suelo: Reducir la labranza y evitar el uso de maquinaria pesada para mantener la estructura e integridad del suelo.
  • Mantener el suelo cubierto: Usar cultivos de cobertura, mantillo y residuos de cultivos para proteger el suelo de la erosión, regular la temperatura y retener la humedad.
  • Mantener raíces vivas en el suelo.: Plantar cultivos de cobertura y plantas perennes para mantener las raíces en el suelo durante todo el año, lo que favorece los microorganismos del suelo y mejora la salud del suelo.
  • Integrando la ganadería: Utilizar pastoreo gestionado para mejorar la fertilidad del suelo, controlar las malezas y mejorar la biodiversidad.
  • Reducir los insumos externos: Minimizar el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas sintéticos y, en cambio, confiar en procesos naturales para mantener la salud y la productividad del suelo.

    Al implementar estas prácticas, la agricultura regenerativa tiene como objetivo secuestrar carbono en el suelo, mejorar la retención e infiltración de agua, mejorar la biodiversidad y crear sistemas alimentarios más resilientes.

    Desafíos financieros y prácticos

    A pesar de los beneficios potenciales, muchos agricultores se han mostrado reacios a unirse a los programas del mercado de carbono. Las encuestas indican que los bajos precios del carbono y el extenso papeleo disuaden la participación.

    Sin embargo, un estudio reciente publicado en Agricultura y valores humanos revela que los factores financieros no son las únicas barreras.

    Muchos agricultores ven la mejora de la salud del suelo como un camino hacia una mejor calidad de vida, reduciendo su dependencia de los productos y consejos de las empresas agroquímicas.

    “Los agricultores realmente están buscando salir de la rutina de la agricultura de productos básicos con altos insumos y alto rendimiento”, dice Susanne Freidberg, profesora de geografía en Dartmouth College y coautora principal del estudio.

    Perspectivas del campo

    El estudio, basado en entrevistas con más de 80 agricultores en Kansas y Nebraska, explora sus experiencias con prácticas regenerativas.

    Estos agricultores, que administran granjas que van desde unos pocos cientos hasta unos pocos miles de acres, compartieron una variedad de experiencias, desde quienes adoptaron recientemente hasta veteranos con más de 20 años de práctica.

    Quienes lo adoptaron recientemente citaron los altos costos de los insumos, las preocupaciones sobre la erosión del suelo y las historias de éxito de otros agricultores como motivaciones para explorar la salud del suelo. A menudo comenzaban su viaje asistiendo a jornadas de campo o conferencias.

    A medida que implementaron nuevas prácticas, desarrollaron nuevas mentalidades y relaciones.

    “Los agricultores que habían implementado prácticas regenerativas hablaron mucho sobre cómo prestaban atención a las interacciones entre los diferentes tipos de vida en sus campos: cultivos de cobertura, lombrices de tierra y, especialmente, microbios del suelo”, señaló Freidberg.

    Dinámica social de la agricultura regenerativa

    La actividad microbiana subterránea no sólo aumenta la fertilidad del suelo, lo que permite a los agricultores utilizar menos fertilizantes, sino que también ayuda a reducir la erosión, conservar el agua y secuestrar carbono.

    Sin embargo, las prácticas beneficiosas para los microbios del suelo a veces tensaron las relaciones con vecinos y propietarios.

    “Los agricultores mencionaron que cuando dejaron de labrar y comenzaron a plantar cultivos de cobertura de múltiples especies, comenzaron a recibir miradas extrañas en su cafetería local porque ahora sus campos parecían desordenados”, explicó Freidberg.

    Estas tensiones subrayaron la importancia de las redes de apoyo entre los agricultores regenerativos. Muchos se unieron a “grupos de apoyo” informales para compartir experiencias o equipos agrícolas.

    “Los agricultores que veían la agricultura regenerativa como una forma de obtener más libertad personal también vieron que esta libertad dependía del apoyo de otros agricultores”, dijo Freidberg.

    Realización personal y programas de carbono

    Los agricultores también apreciaron el regreso de las aves y la vida silvestre a sus campos y encontraron su trabajo diario más agradable e interesante.

    Quienes se inscribieron en programas de carbono prefirieron aquellos sin compromisos a largo plazo ni cambios importantes en sus prácticas.

    Un agricultor describió los ingresos adicionales provenientes del cultivo de carbono como “dinero de la cerveza”.

    El futuro del cultivo de carbono

    Las oportunidades para el cultivo de carbono se ampliaron con el lanzamiento de proyectos de productos básicos “climáticamente inteligentes” financiados por el USDA en 2023, más o menos en el momento en que concluyó el estudio de Dartmouth.

    Estos proyectos, a menudo liderados por grandes empresas de alimentos y agronegocios, ofrecen incentivos financieros para adoptar prácticas regenerativas. Sin embargo, la participación generalizada de los agricultores dependerá de qué tan bien se alineen estos proyectos con los valores de los agricultores.

    “Cuando los agricultores hablan del retorno de la inversión en agricultura regenerativa, se refieren a algo más que dinero”, enfatizó Freidberg.

    En resumen, si bien los beneficios financieros de la agricultura regenerativa son importantes, muchos agricultores se sienten atraídos por estas prácticas por las mejoras más amplias que aportan a sus vidas y comunidades.

    Al centrarse en la salud del suelo, los agricultores no sólo están cuidando sus tierras, sino también fomentando una forma de agricultura más sostenible y satisfactoria.

    El estudio completo fue publicado en la revista Agricultura y valores humanos.

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