La crisis de salud mental de Estados Unidos y la pérdida de significado – O. Alan Noble

En Atenas, durante el siglo V a.C., Sócrates se sentaba en la esquina de una calle y abordaba a la gente que se dirigía al trabajo: “Buen señor, usted es un ateniense, un ciudadano de la ciudad más importante y con mayor reputación tanto por su sabiduría como por su poder; ¿No te avergüenzas de tu afán de poseer tantas riquezas, reputación y honores como sea posible, mientras no te preocupas ni piensas en la sabiduría o la verdad o en el mejor estado posible de tu alma?

Este pasaje, tomado de Platón Apología de Sócrates, Siempre me ha fascinado como un reflejo de la forma en que los seres humanos hacen cualquier cosa para evitar las cuestiones más básicas y esenciales de la vida: significado, existencia, propósito y moralidad. ¿Qué distrajo a estos atenienses? No tenían redes sociales, mensajes de texto o podcasts que los preocuparan de camino al trabajo. ¿Qué les impidió utilizar su viaje diario al trabajo como un momento para reflexionar sobre “la sabiduría o la verdad o el mejor estado posible” de sus almas? Algo en el corazón humano trabaja duro para evitar una reflexión honesta sobre el significado de nuestra existencia. Y, sin embargo, al mismo tiempo, no vale la pena vivir una vida sin sentido.

Ésa es la naturaleza dual de la humanidad: evitamos aquello que hace que nuestra vida sea plena.

Y sospecho que esta tensión es parcialmente responsable de la actual crisis de salud mental que está afectando profundamente a nuestra nación. Según la Alianza Nacional sobre Salud Mental, más de uno de cada cinco adultos experimentó una enfermedad mental en 2021. Los jóvenes estadounidenses se han visto particularmente afectados. La situación ha empeorado tanto que el presidente Joe Biden anunció una estrategia para abordarla en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2022. Si bien esta crisis es ciertamente multicausal, es razonable suponer que está relacionada con nuestra desconexión del significado. Cuanto menos sentido tengamos en nuestras vidas, más miserables seremos.

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