En tan solo unas pocas semanas, el mundo se conectará para ver a los atletas más talentosos del planeta batir récords mundiales y lograr lo que nadie ha hecho antes. Después de años de entrenamiento, todo se reducirá a esa carrera, a ese ejercicio de suelo. Con las cámaras en sus caras y millones de personas mirando, estos atletas olímpicos tendrán que superar los nervios mientras intentan lograr lo inimaginable. No hay lugar para errores, no hay lugar para debilidades. Antes de los Juegos Olímpicos de 2021, los fanáticos rara vez cuestionaban o discutían sobre la salud mental de estos intrépidos superhumanos. Eso cambió hace tres años.
Ese fatídico día, la salud mental cobró protagonismo cuando, posiblemente, la mejor gimnasta de todos los tiempos, Simone Biles, experimentó un “bloqueo mental” frente a millones de personas. Si bien esto es algo que muchos atletas han experimentado a lo largo de su carrera, esta vez, le sucedió a una de las atletas olímpicas más condecoradas del mundo para que todos lo vieran. En una de las muestras más públicas de autocuidado, Biles decidió poner su salud mental en primer lugar y se retiró de la competencia. Su coraje dio lugar a más debates sobre la salud mental en los deportes y en la fuerza laboral. A partir de este debate, los empleadores de todo el mundo ahora reconocen la importancia de la salud mental de sus empleados.
El estrés colectivo que todos experimentamos durante la pandemia aún persiste, lo que ha provocado que el porcentaje de enfermedades mentales se haya disparado en los últimos cinco años. La Asociación Estadounidense de Psicología advierte que una caracterización superficial de la vida como “vuelta a la normalidad” está “ocultando los efectos postraumáticos en la salud mental y física”. Sin embargo, afortunadamente, millones de personas están reconociendo los signos de las enfermedades mentales de forma temprana y están recibiendo la ayuda que necesitan. Según una encuesta realizada por la Asociación de Salud Mental, en 2023 se produjo el mayor aumento en los diagnósticos de enfermedades mentales. Solo en 2023, el 45% de los adultos de entre 35 y 44 años informaron de una enfermedad mental, en comparación con el 31% en 2019. Estas cifras aumentan cada año. La salud mental es real y los empleadores deben estar preparados para abordarla de frente para garantizar una fuerza laboral saludable.
A continuación se presentan algunos consejos útiles que los empleadores deberían tener en cuenta para abordar la crisis de salud mental:
- Promover una cultura de apoyo en el lugar de trabajo
- Integrar la salud mental en el programa de beneficios de la empresa
- Crear una política clara que aborde el compromiso de la empresa de apoyar la salud mental de sus empleados.
- Proporcionar varios recursos para alentar a los empleados a abordar su salud mental.
- Capacitar anualmente a los gerentes sobre la política de salud mental y poner una copia a disposición en el sitio web de la empresa.
- Controle a sus empleados de forma periódica y capacite a sus líderes para que busquen señales de posibles problemas de salud mental.
- Crear una política confidencial y de puertas abiertas para permitir que los empleados hablen abiertamente con sus líderes sobre sus preocupaciones de salud mental.
Para ayudar a navegar en estas aguas desconocidas, se recomienda a los empleadores obtener asesoramiento legal que se especialice en las obligaciones legales del empleador y las mejores prácticas comerciales al gestionar problemas de salud mental en el lugar de trabajo.