3 estrategias para cerrar la brecha de equidad en salud

A principios de este año, la Black Directors Health Equity Agenda, BDHEA, organizó una cumbre nacional para promover la atención médica para los estadounidenses negros. Las conversaciones se centraron en la orientación a la salud comunitaria, el futuro del trabajo y la búsqueda de poder en los socios, entre otros temas urgentes. Dado que las personas negras enfrentan cada vez más barreras para acceder y utilizar la atención médica, lograr la equidad en la salud debe ser una prioridad máxima para todas las organizaciones.

Las desigualdades en materia de salud no son un tema nuevo y, para los estadounidenses negros, el progreso en esta área aún es lento. Hoy, esta población enfrenta disparidades persistentes en la atención médica y los resultados de salud, según una publicación reciente de la Kaiser Family Foundation. Estas incluyen tasas más altas de personas sin seguro, mayor probabilidad de no recibir atención médica debido al costo y un peor estado de salud informado, lo que lleva a una esperanza de vida que es casi cinco años más corta en comparación con las personas blancas (72,8 años frente a 77,5 años). La tasa de mortalidad infantil también es más del doble en los bebés negros que en los bebés blancos. Además, las personas negras tienen tres veces más probabilidades de morir por razones relacionadas con el embarazo que sus contrapartes blancas. Estas desgarradoras estadísticas muestran la necesidad crítica de establecer iniciativas que aborden las disparidades en la atención médica para lograr la equidad en materia de salud y mejorar los resultados de salud.

A medida que las organizaciones continúan creciendo y garantizando el éxito, deben hacer hincapié en la atención médica para todos, en particular para aquellos de los grupos marginados y desatendidos. Aun así, pueden existir barreras para la equidad en la salud, que van desde determinantes sociales hasta una alfabetización sanitaria deficiente, sesgos de los proveedores y una comunicación deficiente entre proveedor y paciente. Sin embargo, estos problemas no son los únicos obstáculos para lograr la equidad en la salud. Otras barreras para el progreso estratégico incluyen prioridades en pugna, un compromiso financiero insuficiente y una falta de justificación comercial, como señalaron los líderes en el segundo Informe anual 2024 Health Equity Outlook del EY Center for Health Equity publicado recientemente. Por lo tanto, cerrar la brecha de equidad requerirá una nueva forma de pensar y probar nuevos enfoques.

Elaboración del caso de negocio

Los resultados de la encuesta realizada a 500 líderes de equidad en salud de los sectores de pagadores, proveedores, gobierno, ciencias biológicas y organizaciones sin fines de lucro mostraron que el 73% de los encuestados esperan un aumento en la priorización de la equidad en salud durante el próximo año, por lo que superar las barreras para lograr la equidad en salud también debería estar en las agendas organizacionales. La capacidad de desarrollar modelos financieros dentro de una cartera de condiciones clínicas priorizadas destinadas a cerrar la brecha de equidad en salud es fundamental para el éxito, dijo el Dr. Yele Aluko, director médico de EY, director del Centro para la Equidad en Salud y director general. “Este modelo incluye comprender la inversión proyectada en personas, tecnología, programas y responsabilidad de coordinación de atención clínica requerida para impulsar la prevención y detección temprana de enfermedades que, en última instancia, impulsa la importante reducción de costos en poblaciones invulnerables en riesgo de disparidades en salud”. Según el Dr. Aluko, proyectar y alinear el beneficio con la necesidad de inversión proporciona un caso de negocios que es más probable que sea adoptado por los líderes del sistema de salud.

Desarrollar la competencia cultural

Aunque las organizaciones se esfuerzan por promover la equidad en la salud, deben considerar sus esfuerzos a través de la competencia cultural, un tema igualmente importante. Por lo tanto, es necesario invertir en esta área para mejorar los resultados de salud. Susan Garfield, directora de Salud Pública de EY Americas, explica que la competencia cultural es un conjunto fundamental de habilidades integradas y personas que permiten a los proveedores interactuar mejor con una población diversa de pacientes y sus familias. “Comprender el contexto cultural y las normas, el idioma y las normas sociales de los diferentes grupos de pacientes mejora la capacidad de interactuar y crear confianza de manera significativa. Estos factores pueden tener un impacto positivo en los objetivos de equidad en la salud y ayudar a los proveedores de atención médica a llegar a las comunidades más necesitadas de manera más eficaz”. Además, enfatizó que la competencia cultural se construye a través de la participación comunitaria, la contratación de proveedores diversos en todos los niveles del proceso de participación del paciente y la capacitación proactiva de todos los colegas que trabajan con pacientes.

Creando soluciones innovadoras

Como se repitió en toda la Cumbre BDHEA 2024, ahora es el momento de abordar la brecha de equidad en materia de salud. Debemos trazar nuestro rumbo para promover la equidad en materia de salud, no por el bien del desempeño, sino para tener un impacto genuino en la salud y el bienestar. Deborah Phillips, directora ejecutiva de la Black Directors Health Equity Agenda, afirma que BDHEA está buscando una solución holística, integral y nacional para mitigar las disparidades y los resultados en materia de salud. “También creemos que aumentar el número de directores y líderes superiores negros es un paso en la dirección correcta para tener debates”. Además, las organizaciones de salud deben encontrar poder en los socios, colaborando entre sectores para lograr una atención médica inclusiva. Significa trabajar con los socios para promover un enfoque de participación de todos y sensibilidad hacia las diferencias culturales y sociales. También significa una participación activa en iniciativas para combatir las barreras sistémicas que impiden el acceso a una atención médica de calidad en las comunidades desatendidas.

Por último

El cambio es difícil, pero las organizaciones deben diseñar soluciones innovadoras, inclusivas y duraderas para la equidad en salud.

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