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Trump ha dado forma a la Corte Suprema, pero aún podría obstaculizar su agenda

WASHINGTON — La ambiciosa agenda del presidente elegido Donald Trump podría enfrentar el rechazo de una corporación por la que ha hecho mucho por moldear: la Corte Suprema.

Con una mayoría conservadora de seis a tres, incluidos 3 designados por Trump, el tribunal ha pasado los últimos años golpeado por críticas de la izquierda. Mas si los jueces se sostienen fieles a sus principios jurisprudenciales declarados, la nueva administración podría acabar perdiendo por lo menos en ocasiones, afirman los especialistas legales.

“Creo que si las agencias ejecutivas del presidente Trump procuraron estirar la ley alén del punto de rotura de exactamente la misma manera que lo ha hecho la administración Biden, entonces sí, los tribunales controlarán ese poder”, afirmó John Malcolm, letrado. en la Heritage Foundation, aliada de Trump.

Brianne Gorod, letrada del izquierdista Centro de Responsabilidad Constitucional, afirmó que aunque en determinados fallos el tribunal no ha responsabilizado a Trump, aún tiene un papel clave que desempeñar.

“Trump ha dejado claro que en el futuro va a estar aún menos preocupado por respetar la Constitución y las leyes federales que la última vez que estuvo en la Casa Blanca, por lo que los tribunales, incluyendo la Corte Suprema, están al tanto de que Se probará su papel como control vital en nuestro sistema constitucional”, agregó.

La historia es una guía, ya que Trump perdió múltiples casos de alto perfil en su primer orden, incluido su intento de cerrar el programa que resguarda a los jóvenes inmigrantes conocidos como “Dreamers” de las deportaciones y un plan para añadir una pregunta sobre ciudadanía al censo.

La administración Trump asimismo padeció una enorme pérdida cuando en dos mil veinte el tribunal falló seis-tres para extender las protecciones contra la discriminación en el sitio de trabajo a los empleados LGBTQ, una resolución que encolerizó a los conservadores.

También ganó una buena cantidad de casos, incluyendo el de su prohibición de viajar a personas que ingresan a U.S.A. desde países en mayoría musulmana.

Las pérdidas de Trump de forma frecuente se derivaron de que el tribunal culpó a las agencias federales por no proseguir los procedimientos adecuados al producir nuevas políticas.

“Creo que la Corte Suprema forzará a la administración a hacer el auténtico trabajo preciso para efectuar cambios regulativos”, afirmó Jonathan Adler, maestro de la Capacitad de Derecho de la Universidad Case Western Reserve.

El tribunal ha alterado algo desde ese momento, con la tercera persona nombrada por Trump, Amy Coney Barrett, incorporándose justo al final de su primer orden, creando la mayor parte actual de seis-tres. Mientras, el presidente Joe Biden nombró al juez Ketanji Brown Jackson para sustituir al juez liberal Stephen Breyer.

Trump asimismo podría tener la ocasión de darle más forma a la corte en su nuevo orden, con la posibilidad de que uno o más de los primordiales jueces conservadores renuncien.

Durante los años de Biden, el tribunal ha sentado nuevos precedentes al dictar sentencias contra la administración que teóricamente asimismo se aplican a Trump.

El tribunal adoptó una teoría llamada “doctrina de las cuestiones principales” al cancelar las políticas de Biden que se fundamentaban en un uso extenso del poder ejecutivo que no estaba autorizado explícitamente por el Congreso, incluido su extenso plan para conmutar la deuda de préstamos estudiantiles.

A principios del año vigente, el tribunal asimismo anuló un precedente de cuarenta años que daba deferencia a las agencias federales, que pronto serían controladas de nuevo por Trump, al interpretar leyes de forma vaga redactadas.

Trump podría conseguir más margen para maniobrar en determinados temas en los que el presidente de forma tradicional recibe más deferencia de los tribunales de la que le impone la ley.

La inmigración, la política exterior y el comercio internacional son áreas en las que Trump tiene flexibilidad para actuar, afirmó Adler.

Otro tema controvertido en el que la Corte Suprema podría apoyar a Trump sería cualquier intento de hacer cumplir la Ley Comstock, una obscura ley del siglo XIX que prohíbe el transporte por correo entre estados de materiales relacionados con el aborto. Potencialmente podría aplicarse a la pastilla abortiva mifepristona.

Pero en otros temas, como la regulación ambiental, los sacrificios por desregular más de lo que dejan las leyes podrían ser bastante difíciles de proteger, agregó.

Un tema en el que Trump prácticamente probablemente entraría en aguas legales agitadas es su plan para poner punto y final a la ciudadanía por nacimiento, un derecho consagrado en la Constitución.

Las propuestas para retener fondos a jurisdicciones liberales que se niegan a colaborar con la administración en, por servirnos de un ejemplo, detener a inmigrantes indocumentados o revertir las protecciones para los estudiantes transgénero en las escuelas, asimismo conducirían a pleitos que podrían acabar frente a los jueces.

Aunque la administración Biden padeció muchas pérdidas de alto perfil a lo largo de los últimos 4 años, en materia de aborto, derechos de posesión de armas, cuestiones regulativas y más, asimismo consiguió ciertas victorias esenciales en los casos en los que intervino.

El año pasado, el tribunal rechazó una solicitud conservadora para desgastar aún más la histórica Ley de Derecho al Voto y asimismo rechazó una teoría legal marginal que habría dado a las legislaturas estatales un poder ilimitado sobre las reglas electorales. Este año, el tribunal rechazó una demanda destinada a anular la aprobación federal de la mifepristona.

Pero ciertos en la izquierda no esperan que el tribunal demande a Trump exactamente los mismos estándares que Biden, citando en parte el fallo de principios del año vigente que dio a Trump cierta inmunidad por su intento de cancelar los resultados de las elecciones de dos mil veinte. Las acciones judiciales en un caso así descarrilaron la posibilidad de que se realizara un juicio ya antes de las elecciones.

“La supermayoría de la Corte Suprema no nos ha dado ninguna razón para aguardar que sea algo más que un sello de goma para sus peores impulsos”, afirmó Alex Aronson, quien dirige Court Accountability, un conjunto legal de tendencia izquierdista. “Han adelantado su apoyo a una presidencia imperial y han probado su voluntad de desposeer a los derechos y libertades del pueblo estadounidense”.

Este artículo fue publicado originalmente en NBCNews.com