WASHINGTON (AP) — La victoria presidencial de Donald Trump va a ser certificada en el Congreso en el mes de enero por la aspirante a la que venció, la vicepresidenta Kamala Harris.
Según la Constitución, el vicepresidente es el jefe del Senado, y la función del presidente del Senado es declarar el resultado de una elección de la Casa Blanca.
Eso sucede el seis de enero.
En circunstancias normales, el procedimiento de cómputo de votos que efectúa el vicepresidente es una pura formalidad y es el paso final en el difícil proceso técnico de escoger una nueva administración.
Por ejemplo, en dos mil, tras una agotadora batalla de treinta y seis días por el recuento de votos en Florida, el demócrata Al Gore concedió la presidencia el trece de diciembre al republicano George Bush.
Gore asimismo fue vicepresidente y certificó la victoria de Bush.
“El total de votantes designados para votar por el presidente de E.U. es quinientos treinta y ocho”, afirmó Gore desde la tribuna, y después leyó su derrota frente al Congreso. “George W. Bush del estado de Texas ha recibido para presidente de E.U. doscientos setenta y uno votos. Al Gore del estado de Tennessee ha recibido doscientos sesenta y seis votos”.
Pero esto prácticamente no sucedió hace 4 años.
Trump se negó a admitir la derrota y desató una violenta insurrección en el Capitolio, cuando el entonces vicepresidente Mike Pence iba a garantizar la victoria del demócrata Joe Biden. Los partidarios de Trump corearon “Cuelguen a Mike Pence” mientras que asaltaban las oficinas del Capitolio.
Trump deseaba que Pence “hiciese lo adecuado” y declarase a Trump ganador. Trump y sus aliados pasaron días en un intento inútil de persuadir a Pence de que el vicepresidente tenía el poder de rehusar a los votantes de los estados en disputa que votaron por Biden, pese a que la Constitución deja claro que el papel del vicepresidente en la sesión conjunta es en buena medida ritual. muy semejante a un profesor de liturgias.
Pence reconoció esa realidad en una extensa declaración frente al Congreso. Expuso su conclusión de que un vicepresidente no puede demandar “autoridad unilateral” para rehusar los votos electorales de los estados. Dio un mazo en la sesión conjunta del Congreso el siete de enero de dos mil veintiuno para garantizar en favor de Biden.