Exfuncionarios de la CIA temen que Trump pueda politizar y convertir a las agencias de inteligencia en armas

Al final de su primer orden, el entonces presidente Donald Trump procuró instalar a Kash Patel, un partidario de dirección dura del MAGA, como subdirector de la CIA. Mas la directiva de la agencia en ese instante, Gina Haspel, una oficial de inteligencia de carrera, conminó con dejarse aguantar en queja y el designación fue frustrado.

Ahora, 4 abriles luego, se considera a Patel una posible alternativa para directivo de la CIA u otro puesto de seguridad doméstico de suspensión nivel en una segunda agencia Trump. Y seguramente esta vez no va a deber absolutamente nadie que se interponga en su camino.

Patel es uno de múltiples aliados políticos cruelmente fieles que el presidente escogido Trump está considerando para inspeccionar la seguridad doméstico del país. En su primer orden, Trump chocó a menudo con sus adjuntos y altos funcionarios, a quienes llegó a estimar deficientemente fieles a su dietario.

Esta vez, el presidente escogido está presto a completar su agencia con personas que hagan sus resoluciones sin cuestionamientos, conforme fuentes familiarizadas con el proceso de transición.

Marc Short, quien fue director de aposento del exvicepresidente Mike Pence, afirmó que las personas que Trump escogió en su primer orden para dirigir las agencias de inteligencia, incluido Haspel, y los exlegisladores Mike Pompeo y Dan Coats, eran figuras muy capaces que desempeñaron Bueno.

“Había una competencia indiscutible allá”, afirmó Short. “Y creo que sería un error ir en una dirección diferente a esa”.

Short añadió: “Ciertamente semeja que ciertas personas que, tal vez, son más estruendosas en su círculo íntimo, están deseosas por un camino diferente”.

A legisladores, ex oficiales de inteligencia y funcionarios occidentales les preocupa que Trump y un conjunto de fieles puedan remodelar la composición y la encomienda del trasto de inteligencia de la nación.

Se podría presionar a los funcionarios a fin de que sesguen sus descubrimientos para amoldarlos a la dietario política de la Casa Blanca, los aliados podrían compendiar el intercambio de información conveniente al enfoque insolente de Trump cara el secreto y, en el peor caso, las agencias de espionaje podrían transformarse en herramientas de represalia contra las autoridades internas. opositores políticos, afirman los ex oficiales y otros.

“Creo que mucho depende de a quién designen como directivo, adjunto y director de operaciones” en la CIA, afirmó un ex suspensión oficial de inteligencia. Esos nombramientos van a marcar el tono y determinarán si la agencia de espionaje es capaz de sostener estándares profesionales y apolíticos o si se transforma en el propósito de una reforma por motivos políticos, afirmó el ex oficial.

Kash Patel, exasesor del presidente Donald Trump, en un mitin en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (José Luis Villegas/archivo AP)Kash Patel, exasesor del presidente Donald Trump, en un mitin en Minden, Nevada, el 8 de octubre de 2022. (José Luis Villegas/archivo AP)

Kash Patel en un mitin en Minden, Nevisca, el ocho de octubre de dos mil veintidos.

Patel, un crítico extenso de las agencias de inteligencia y del Sección de Ecuanimidad que trabajó en el Consejo de Seguridad Doméstico de la Casa Blanca a lo espléndido de la agencia Trump, rechazó hacer comentarios. Ha apoyado la aseveración inmotivada de Trump de que las elecciones de dos mil vigésimo fueron “robadas”.

Los aconsejes de Trump han desechado anteriormente las advertencias sobre de qué forma el presidente escogido podría politizar a la comunidad de inteligencia, diciendo que fueron el presidente Joe Biden y su agencia los que inyectaron política partidista en las agencias de inteligencia, no Trump.

Brian Hughes, portavoz de la transición, afirmó a NBC News en un correo que Trump había rematado una triunfo definitiva merced a “un orden de los pies en el suelo para el cambio” y que “la multitud puede aguardar una agencia que refleje el compromiso de ver que esa dietario se ponga en actos”. sitio desde el día 1.”

Desconfianza en un ‘Estado profundo’

Desde el manifestación de su primer orden en dos mil diecisiete, Trump ha tenido una relación problemática con la comunidad de inteligencia. Él y sus partidarios han retratado a los funcionarios de esas agencias –inmediato con el Sección de Ecuanimidad– como una parte de un “Estado profundo” que conspira contra él.

En una rueda de prensa de dos mil dieciocho con Vladimir Putin, Trump se puso del lado del presidente ruso sobre sus agencias de inteligencia cuando se le preguntó si pensaba que Moscú había interferido en las elecciones de dos mil dieciseis.

“Tengo gran confianza en mi multitud de inteligencia”, afirmó Trump en el acontecimiento en Helsinki. “Pero les afirmaré que el presidente Putin fue exageradamente robusto y poderoso en su marcha hoy”.

Otro crítico de la comunidad de inteligencia, el exrepresentante Devin Nunes de California, asimismo podría estar entre los aspirantes para el puesto de la CIA bajo una nueva agencia Trump, conforme aconsejes del Congreso y activistas republicanos.

Otras posibles elecciones para el planeta de la inteligencia incluyen: John Ratcliffe, el excongresista de Texas que se desempeñó como directivo de inteligencia doméstico en el orden precedente de Trump; Robert O’Brien, exasesor de seguridad doméstico de Trump; y el miembro del Senado Entorno Rubio.

La investigación del fiscal singular Robert Mueller sobre si la campaña presidencial de Trump de dos mil dieciseis trabajó con Rusia para derrotar a la demócrata Hillary Clinton encolerizó de manera profunda a Trump y sus partidarios. La investigación, que concluyó en dos mil diecinueve, no halló pruebas de colusión, mas no llegó a ninguna conclusión sobre si Trump había obstruido la razón.

En contestación a la investigación, el exfiscal marcial Bill Barr nombró un fiscal singular para investigar al FBI y la investigación de la comunidad de inteligencia sobre Trump. Tras una investigación de 4 abriles, el fiscal singular John Durham emitió un mordaz crónica de trescientos páginas que afirmaba que el FBI había actuado con negligencia cuando abrió la investigación basándose en información vaga e deficiente.

Sin incautación, Durham descubrió que ningún suspensión funcionario del FBI o de la CIA había cometido delitos. Los dos procesos penales que empezó, los dos por patraña, acabaron con la absolución de los jurados de los acusados.

Trump y sus aliados, no obstante, prosiguen pintando al Sección de Ecuanimidad y a la comunidad de inteligencia como una burocracia hostil con funcionarios públicos que persiguen al presidente.

Después de la triunfo electoral de Trump el martes, Steve Bannon. uno de los viejos aliados de Trump, solicitó “razón” y castigo contra los funcionarios del FBI, el Sección de Ecuanimidad y la CIA que, según él, lo habían perseguido a él y a Trump y dañado al país.

“Ahora pagarás el costo por procurar destruir este país”, afirmó Bannon.

Espionaje interno pasado

Ex funcionarios de inteligencia y seguridad afirmaron que sus ex colegas se preparan para un periodo harto difícil en el que podrían desavenir problemas sobre el cumplimiento de órdenes que consideran poco morales o perjudiciales para la seguridad doméstico.

“Positivamente espero que los miembros de la comunidad de inteligencia sean desafiados a lanzarse si enfrentarse a Trump o no, tal y como lo fueron reiteradamente a lo espléndido de su primer mandato”, afirmó un asistente del Congreso.

Exfuncionarios de inteligencia no están conformes sobre si Trump procuraría consumir las agencias de espionaje contra contrincantes políticos nacionales y, si lo hiciese, de qué forma responderían el personal de inteligencia y los tribunales.

Tras el escándalo Watergate se decretaron leyes que prohibían de manera expresa el uso de las agencias de espionaje contra los estadounidenses. Las medidas fueron en contestación a que la agencia Nixon usó a la CIA para compilar información de inteligencia sobre participantes de la manifestación nacionales que se oponían a la supresión de Vietnam.

Nixon asimismo procuró, sin éxito, obtener la ayuda de la CIA para suspender una investigación del FBI sobre el hurto a la sede del Comité Doméstico Demócrata en el Hotel Watergate, que desató el escándalo.

Un ex suspensión funcionario de inteligencia afirmó que, pese a sus deficiencias, la comunidad de inteligencia no se transformaría de forma dócil en un servicio de espionaje interno y que muchos de los oficiales de carrera se negarían a continuar órdenes ilegales.

“Se resistirían harto a volverlo contra el pueblo estadounidense”, afirmó el ex funcionario.

  El ex asesor principal de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon, abandona el tribunal federal después de ser sentenciado en Washington, DC. el 21 de octubre de 2022. (Chip Somodevilla / Getty Images)  El ex asesor principal de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon, abandona el tribunal federal después de ser sentenciado en Washington, DC. el 21 de octubre de 2022. (Chip Somodevilla / Getty Images)

El exasesor primordial de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon, abandona el tribunal federal tras ser sentenciado en Washington, DC, el veintiuno de octubre de dos mil veintidos.

Miles de nombramientos políticos

Los aliados de Trump han pedido que se revise un esmero al final de su final orden, cuando altos funcionarios planificaron destituir a miles y miles de funcionarios de todo el gobierno federal y sustituirlos con personas designadas políticamente.

No está claro si Trump y aquellos a quienes nomine para dirigir la comunidad de inteligencia procurarán sustituir a un elevado número de funcionarios de las agencias de espionaje.

Los presidentes encaran pocas restricciones legales en lo relativo a su autoridad sobre las agencias de inteligencia, afirmaron especialistas legales y ex altos funcionarios.

“La ley deja mucha discreción” y Trump tendría “manos harto libres”, conforme Glenn Gerstell, quien trabajó como asesor marcial de la Agencia de Seguridad Doméstico de dos mil quince a dos mil vigésimo.

Los partidarios de Trump afirman que las horribles advertencias sobre el futuro de las agencias de inteligencia bajo una nueva agencia Trump son histéricas y exageradas, y que su historial en la Casa Blanca muestra que robusteció las agencias de espionaje.

Los partidarios de Trump afirmaron que sería genuino que el presidente escogido ejercitara control sobre la comunidad de inteligencia por medio de personas designadas políticamente, para afirmar que las agencias hagan las políticas del presidente sin subterfugios burocráticos.

“No importa de qué lado estés políticamente, deberías apreciar el control político pues no deseamos que este país se transforme en un estado de seguridad”, afirmó un exfuncionario próximo al equipo de Trump.

El esquema de energía propuesto por la Heritage Foundation, titulado “Plan dos mil veinticinco”, demanda que el presidente escogido escoja de forma rápida un subdirector de la CIA, que no precisaría la confirmación del Senado y podría “iniciar de manera inmediata a incorporar la dietario del presidente”.

“Se deben designar personas auxiliares en la agencia conforme sea preciso para asistir al Directivo a inspeccionar su funcionamiento”, asevera el crónica.

El documento asimismo solicita romper “la camarilla de burócratas en DC” trasladando ciertas direcciones de la CIA fuera del nórdico de Virginia, donde se halla la sede.

Robert Litt, quien se desempeñó como asesor marcial de la Oficina del Directivo de Inteligencia Doméstico de dos mil nueve a dos mil diecisiete, afirmó que introducir personas designadas políticas en la agencia de las agencias de espionaje en cantidades sin precedentes podría distorsionar la manera en que se examina la inteligencia y conducir a investigaciones ilegales o maliciosas. resoluciones aconsejadas.

“Creo que sería poco muy, malísimo para la comunidad de inteligencia y para la nación si la comunidad de inteligencia estuviese dominada por un conjunto de fieles políticos”, afirmó en una entrevista con NBC News a inicios de este año.

“Uno es el peligro de que el descomposición de inteligencia no sea llamado a la parte”, afirmó Litt. “Y el otro es el peligro de que las agencias de inteligencia sean dirigidas a hacer cosas que sean ilegales o inadecuadas”.

Este artículo fue publicado originalmente en NBCNews.com