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El director ejecutivo de Warner Bros. Discovery, David Zaslav, cree que Trump le permitirá consolidarse

  • David Zaslav deseaba un nuevo presidente que estuviese abierto a fusiones y adquisiciones.

  • Ahora tiene uno. Mas la regulación no fue lo único que frenó los pactos con los grandes medios.

  • Y aún no sabemos si Trump va a tener inconvenientes con pactos concretos, como lo tuvo cuando AT&T deseó adquirir Time Warner.

David Zaslav deseaba un nuevo presidente que facilitase a su empresa la adquisición de otras empresas o la venta de sí.

Ahora tiene su deseo.

La segunda versión de la administración Trump puede ser una bendición para las compañías de medios que encaran una “interrupción generacional”, afirmó el director de Warner Bros. Discovery en la conferencia telefónica sobre resultados de su compañía el jueves por la mañana.

“Tenemos una nueva administración próxima y es pronto para saberlo. Mas puede ofrecer un ritmo de cambio y una ocasión de consolidación que puede ser bastante diferente, que daría un impacto real positivo y acelerado en esta industria que se precisa”. ” afirmó.

Esto es lo que Zaslav afirmó que apoyaba en el mes de julio cuando afirmó a los cronistas que “solo precisamos una ocasión para la desregulación, a fin de que las compañías puedan afianzarse y hacer lo que precisamos para ser aún mejores”.

Como señalé en ese instante, la consolidación ha sido un leimotiv clave para Zaslav –y para el inversor millonario John Malone, que es parte de la junta directiva de WBD– a lo largo de años. El razonamiento inicial fue que todos y cada uno de los que no son Netflix precisan conjuntar sus streamers; ahora, asimismo existe la idea de que las grandes empresas de medios harían bien en conjuntar sus cadenas de TV en contrariedades.

Pero el acuerdo en la industria de los medios -como en otras industrias, como la tecnológica- fue que las políticas antimonopolio y el personal de Joe Biden hacían que eso fuera un descalabro.

Ahora Biden está a puntito de salir. Y probablemente asimismo estén a puntito de desaparecer nombramientos clave como el de Lina Khan, directiva de la Comisión Federal de Comercio, y Jonathan Kanter, directivo de la división antimonopolio del Departamento de Justicia. Así que Zaslav, como otros muchos ejecutivos y observadores, piensa que las fusiones y adquisiciones han vuelto.

Pero aun si la nueva administración Trump es más receptiva a los grandes pactos, eso no los transforma en una conclusión ineludible.

Por ejemplo: a inicios de este año, cuando Zaslav hablaba con Paramount sobre una coalición, a los aconsejes de la dueña de Paramount, Shari Redstone, les preocupaba que un pacto entre Paramount y WBD “presentaría un mayor peligro regulativo”, conforme una reciente presentación de inversores de Paramount. Mas esa discusión dejó de ser un tema ya que Zaslav jamás hizo una oferta, en parte por el hecho de que no deseaba abonar en efectivo por Paramount.

También está la cuestión espinosa (y de momento incognoscible) que es concreta de Trump: ¿qué género de empresas y pactos le agradan y cuáles no?

En su primera administración, por poner un ejemplo, el Departamento de Justicia de Trump presentó una demanda para impedir que AT&T adquiriera la compañía que entonces se llamaba Time Warner. Muchos observadores de la industria, incluidos muchos ejecutivos de AT&T y Time Warner, creyeron que la demanda tenía como objetivo castigar a la CNN de Time Warner, que de forma frecuente irritaba a Trump. (El primordial letrado antimonopolio de Trump insistió en que ese no era el caso).

Ese pacto por último se concretó, y después AT&T por último decidió que, tras todo, no deseaba ser dueño de una compañía de medios y acabó vendiéndola a Zaslav. Entonces, ¿la presencia de CNN crearía un obstáculo si quisiese llegar a un pacto ahora?

Vale la pena indicar que en su primer orden, Trump apoyó con entusiasmo el pacto de su aliado Rupert Murdoch para vender una gran parte de su negocio a Disney, lo que, conforme el portavoz de Trump, “podría ser una enorme cosa para los trabajos”. (La transacción, como muchas fusiones, fue seguida de abundantes despidos).

Y ahora CNN es propiedad de una compañía apoyada por Malone, otro dueño de un medio conservador y partidario intermitente de Trump. ¿Cambiaría eso el cálculo de Trump? Tal vez lo descubramos.

Lea el artículo original en Business Insider