El aborto dominó el año 2024. Trump ganó de todos modos.

El aborto ha perseguido a los republicanos desde la caída de Roe contra Wade.

Pero el tema no consiguió detener al expresidente Donald Trump, quien el martes superó una enorme brecha de género (y el muy frecuente enfoque de los demócratas en la salud reproductiva de las mujeres) para recobrar la Casa Blanca.

Con un mensaje disciplinado que frecuentemente eludió en otras unas partes de su campaña, Trump y sus aliados se posicionaron como moderados en materia de aborto, argumentando que el tema debería dejarse a cargo de los estados, se comprometieron a vedar una prohibición nacional del aborto si llegaba a su escritorio, procuraron apoyo gubernativo para -fertilización vitro y otros servicios de salud reproductiva, y prometió ser un defensor de las mujeres. Estos intentos de anular una cuestión que ha perseguido a los republicanos desde HuevaLa caída de Trump en dos mil veintidos asistió a Trump a conseguir una clara victoria contra la vicepresidenta Kamala Harris con un electorado enojado por la economía, la inflación y la inmigración empeñado en castigar al partido en el poder.

El vicepresidente elegido JD Vance, quien dio marcha atrás tras años de respaldar las limitaciones federales al aborto, asimismo trabajó para sofocar la indignación extendida por la caída de Hueva prometiendo conservar el acceso federal a las pastillas abortivas y financiar programas sociales más desprendidos para los nuevos progenitores. Los aliados de Trump aun invocaron a la fallecida juez Ruth Bader Ginsberg en una campaña de publicidad de prácticamente veinte millones de dólares estadounidenses inmediatamente antes del día de las elecciones, argumentando que los republicanos estaban alineados con sus puntos de vista sobre el aborto. Mas básicamente, los republicanos en su mayor parte evitaron el tema y viraron cara territorios políticamente más convenientes, incluyendo la economía, el crimen, la inmigración y los derechos de las personas transgénero.

“Donald Trump ha sido muy, clarísimo al decir que se trata de una cuestión de derechos de los estados y que no vamos a implicarnos a nivel federal”, afirmó a POLITICO Pete Hoekstra, presidente del Partido Republicano de Michigan, en el mes de septiembre. “La conclusión es que si discutimos el tema del aborto, estamos discutiendo el tema del que los demócratas desean charlar, y si discutimos sobre la economía, si discutimos sobre la frontera, los trabajos, y ese género de cosas, pensamos que estamos discutiendo sobre los temas que son más esenciales para los votantes de hoy”.

Los demócratas habían apostado a que el aborto prosiguiera siendo un motivador tan fuerte como lo ha sido en las elecciones de todo el país desde dobbs. Mas otros temas, incluyendo la economía, resultaron más señalados para muchos votantes.

La encuesta nacional a pie de urna de CNN halló que el aborto era el tema primordial para solo el catorce por ciento de los votantes, tras la democracia con el treinta y cuatro por ciento y la economía con el treinta y uno por ciento. Esa encuesta a pie de urna asimismo destacó el pragmatismo político de los intentos del Partido Republicano de parecer moderado en materia de aborto: el veintiocho por ciento de las personas que piensan que el aborto habría de ser legal votaron por Trump.

“El artículo-dobbs El desempeño excesivo demócrata fue inexistente. O cuando menos se vio apabullado por otros factores que favorecían a Trump”, afirmó Tom Bonier, consultor primordial de la firma de datos demócrata TargetSmart, en X. “Claramente, Trump no fue visto como una amenaza al derecho al aborto por suficientes votantes, lo que es increíble. .”

Con el control del Congreso en juego, una prohibición nacional del aborto no está fuera de discusión, si bien Trump hizo campaña con promesas de vedar dicho proyecto de ley. Mas hay incontables formas en que su administración y los jueces que nombra pueden limitar el acceso al procedimiento sin aprobar legislación.

Los aliados conservadores del presidente elegido en el Proyecto dos mil veinticinco de la Heritage Foundation y otros conjuntos lo han instado a ordenar a la FDA que vuelva a imponer limitaciones anteriores a la pandemia a la prescripción on line de la entrega por correo de pastillas abortivas o que revoque su autorización de la FDA; resultados que los jueces asimismo podrían conseguir mientras que múltiples demandas sobre las pastillas llegan a los tribunales federales. Estas medidas bloquearían el acceso en todo el país a fármacos que representan más de dos tercios de los abortos en E.U., aun en estados con leyes que resguardan el procedimiento.

Los opositores al aborto asimismo han pedido a su administración que haga cumplir la Ley Comstock, una ley de mil ochocientos setenta y tres que prohíbe el envío de artículos “lascivos”, incluidos fármacos o instrumentos usados para abortos. Trump, en el mes de agosto, afirmó que no tenía planes de hacer cumplir la Ley Comstock.

Sin embargo, se espera que Trump vuelva a imponer muchas de las políticas antiaborto de su primera administración, incluidas limitaciones al programa de planificación familiar Título X y a los programas globales de VIH.

“Ahora empieza el trabajo para desarticular las políticas proaborto de la administración Biden-Harris”, afirmó el miércoles Marjorie Dannenfelser, presidente de SBA Pro-Life America. “Los logros provida del primer orden del presidente Trump son la base para su segundo orden”.

La mayoría de los conjuntos antiaborto apoyaron a Trump a lo largo de toda la campaña, aun cuando rompió reiteradamente con ellos en lo que se refiere a las limitaciones federales al aborto, las salvedades por violación e incesto y otras políticas, los desafió en la plataforma del partido y dio la bienvenida a su círculo íntimo a personas con una tendencia mixta. historial liberal en materia de aborto. SBA Pro-Life America invirtió decenas y decenas de millones de dólares estadounidenses para impulsar a Trump y a los republicanos en las votaciones negativas pese a haber dicho previamente que su rechazo a una prohibición nacional podría ser descalificador.

Pero ciertos en el movimiento se temen que el éxito de Trump persuada a otros republicanos de postularse como moderados abortistas.

“Sin duda van a ser consultores republicanos ventajistas que procurarán aprovechar eso y decir: ‘Mira, debemos desamparar el alegato sobre el aborto’”, afirmó Kristan Hawkins, presidente de Students for Life of America. “El partido precisa ver que este no es el camino del futuro”.

Sin embargo, Hawkins y sus aliados arguyen que su victoria valdría la pena si nombra funcionarios antiaborto de línea dura para puestos clave en el HHS, la FDA y el Departamento de Justicia en quienes puedan confiar para incorporar su agenda.

A lo largo de su campaña, Harris resaltó a las mujeres que padecieron graves dificultades de salud (y ciertas que murieron) una vez que se les negase el aborto, y recordó reiteradamente a los votantes que el caos se debía a las “prohibiciones de aborto de Trump”, su apodo para las leyes estatales que entraron en acción tras la caída de Hueva.

En las últimas semanas de las elecciones, cuando las encuestas mostraban un empate virtual, Harris festejó mítines centrados en el aborto en la ciudad de Atlanta y Houston, mandó a la ex primera dama Michelle Obama a Michigan y participó en el popular podcast “Call Her Daddy” para destacar las consecuencias de las políticas republicanas. y advertir sobre limitaciones nacionales en el caso de que Trump llegue al poder.

No fue suficiente.

Los demócratas de Michigan advirtieron en la recta final de la campaña que estaban combatiendo por convencer a los votantes de que el aborto proseguía bajo amenaza una vez que el estado aprobase una iniciativa electoral que resguardaba el acceso al procedimiento en dos mil veintidos. E inclusive en otros estados disputados como Georgia, Carolina del Norte y Arizona. donde las limitaciones al aborto prosiguen actuales, el mensaje de los demócratas fue apabullante.

Si bien Arizona aún no ha sido convocada, los estrategas demócratas en el estado atribuyen su pérdida aguardada, en parte, a la legislatura controlada por los republicanos. A inicios de este año tomó medidas para derogar una prohibición prácticamente total del aborto de la temporada de la Guerra Civil y dejar actual una ley que prohibía el procedimiento tras quince semanas, lo que, conforme los demócratas, hacía más bastante difícil persuadir a los votantes de que el acceso al aborto estaba conminado.

“Me preocupan más los inconvenientes económicos que las cosas que ya están incluidas en los derechos estatales”, afirmó Yusuf Isaak, un estudiante de diecinueve años de un instituto comunitario en Mesa, afuera de un centro de votación el martes por la tarde. “Siento que los inconvenientes económicos son más apremiantes por el hecho de que realmente afectan la vida rutinaria de todos”.

Edna Balancee Aguirre, miembro de la junta directiva de Planned Parenthood de Arizona con sede en Tucson, afirmó en el periodo anterior a las elecciones que pese a los sacrificios de ella y de otros voluntarios para centrar la atención de los votantes en el derecho al aborto, muchos en su comunidad respaldaban a los republicanos por el hecho de que de las preocupaciones sobre la inmigración.

“Escuchan lo que afirman los conservadores sobre las personas que cruzan la frontera, quitan nuestros trabajos y violan a nuestras mujeres, y asimismo se quejan de que son una carga para la sociedad”, afirmó. “Es una forma verdaderamente eficaz de determinar que el odio sea un inconveniente”. Otros muchos votantes, agregó, planeaban no participar en las elecciones. “Escuchamos a la gente decir que están demasiado decaídos para votar, o les escuchamos decir que votar no importa cuando lo haga”.

El manual de los demócratas sobre el derecho al aborto asimismo fracasó en New Hampshire, que el partido había visto como su mejor ocasión para lograr un puesto de gobernante este año. La aspirante demócrata Joyce Craig, ex alcade de Manchester, había hecho de la ampliación del acceso al aborto el punto central de su campaña y su primordial línea de ataque contra su contrincante republicana, la ex miembro del Senado Kelly Ayotte. Mas Ayotte evitó anuncios prometiendo proteger la ley de New Hampshire que deja abortos hasta las veinticuatro semanas de embarazo y en casos limitados después, y resguardar el acceso a la fertilización in vitro.

Y si bien los demócratas habían insistido en que las ideas electorales sobre el aborto en Arizona y otros estados titubeantes asistirían a impulsar la participación progresista y darían una ventaja a sus aspirantes, las medidas tuvieron un impacto limitado aun cuando fueron aprobadas de forma apabullante, y pueden aun haber ayudado a los republicanos al darles a los votantes un ” válvula de liberación” por sus sentimientos sobre el tema. En una franja de estados, incluidos Arizona, Florida, Missouri y Montana, la mayor parte de los votantes apoyaron tanto las medidas electorales sobre el derecho al aborto como a los aspirantes republicanos con antecedentes de oponerse al aborto, incluido Trump.

Lisa Kashinsky contribuyó a este informe.

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