El fluoruro, anunciado a lo largo de bastante tiempo como uno de los mayores logros de salud pública del siglo veinte, podría eliminarse de los sistemas públicos de agua bajo la repercusión de uno de los aconsejes del presidente elegido Donald Trump, Robert F. Kennedy Jr.
Kennedy, que no tiene capacitación ni en medicina ni en odontología, llamó al fluoruro “un resto industrial asociado con la artritis, fracturas óseas, cáncer de huesos, pérdida de factor intelectual” y otros inconvenientes en la plataforma de redes sociales X.
“Creo que el fluoruro está a puntito de desaparecer”, afirmó Kennedy el miércoles en MSNBC. “Cuanto más veloz se apague, mejor”.
Las jurisdicciones locales, no el gobierno federal, deciden y financian la adición de fluoruro al suministro de agua. Aun así, Kennedy afirmó que, si se recurría a ella, aconsejaría a las comunidades sobre el agua fluorada.
Los dentistas que se preocupan por la salud bucal de los pequeños afirman que el fin del agua bebible fluorada sería perjudicial.
“No va a suceder inmediatamente, mas conforme los pequeños prosigan medrando y desarrollándose, van a tener una mayor tasa de caries”, afirmó la Dra. Meg Lochary, dentista pediátrica en Waxhaw, Carolina del Norte, un área que últimamente optó por no añadir fluoruro a los sistemas de agua. “Ocasionalmente vamos a ver un incremento en la caries bucal”.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la exposición al fluoruro a través del suministro de agua municipal es singularmente esencial para las familias que no tienen atención bucal.
Si bien se calcula que el setenta y cinco% de los estadounidenses tienen agua bebible fluorada, cientos y cientos de comunidades estadounidenses están optando poco a poco más por no fluorar el agua.
Atrapados en el medio están los progenitores que procuran dar sentido a puntos de vista muy, muy diferentes sobre el fluoruro añadido. ¿Es bueno? ¿Es malo? Analicémoslo.
¿Cuáles son las ventajas del flúor?
La boca está llena de bacterias que generan ácido en la saliva. Esos ácidos desgastan los dientes y provocan caries. El fluoruro contrarresta ese proceso con un doble golpe, al reducir el ácido y robustecer el esmalte, la capa exterior protectora del diente.
El fenómeno fue descubierto a inicios del siglo veinte entre los residentes de Rojo Springs, Rojo. Las caries eran prácticamente inexistentes en la población. Lo único que lo explicaba era el agua bebible, que naturalmente tenía un alto contenido de fluoruro que se filtraba de las rocas y el suelo locales.
Grand Rapids, Michigan, se transformó en la primera comunidad del planeta en añadir fluoruro a su suministro de agua en mil novecientos cuarenta y cinco. En una década, las caries entre los pequeños pequeños de la urbe se cayeron en un sesenta%. Prosiguieron otros sistemas públicos de agua.
Los primordiales conjuntos de salud pública, incluyendo la Asociación Bucal Estadounidense, la Academia Estadounidense de Pediatría y los CDC, pronto apoyaron el uso de agua fluorada. Todos citan estudios que muestran que reduce las caries en un veinticinco%.
La prevención de las caries, afirman los especialistas, es un esencial golpe de salud pública. Las caries bucales no controladas pueden provocar infecciones, pérdida de dientes y abscesos dolorosos.
¿Existen peligros por el fluoruro?
A pesar de décadas de estudio y patentiza del planeta real de sus beneficios, el fluoruro sigue siendo objeto de escrutinio.
Hasta la data, no hay patentiza concluyente que pruebe que el agua fluorada conduzca a ciertos resultados mentados por Kennedy, incluyendo la pérdida del intelecto.
“No existe ninguna patentiza de que el fluoruro haya reducido el factor intelectual de los pequeños”, afirmó el Dr. David Margolius, directivo de salud pública de Cleveland.
Sin embargo, existen algunos estudios pequeños que merece la pena mentar.
Una investigación publicada en el mes de mayo sugirió que la exposición al fluoruro a lo largo del embarazo podría estar relacionada con inconvenientes neuroconductuales en los pequeños. No obstante, los autores del estudio afirmaron que, conforme los descubrimientos, es prematuro dejar de añadir el mineral que combate las caries al agua bebible.
Un estudio de dos mil diecinueve, publicado en JAMA Pediatrics, halló que los niveles de factor intelectual eran tenuemente más bajos en pequeños de tres y cuatro años cuyas madres tenían niveles más altos de fluoruro en la orina cuando estaban embarazadas.
Si bien los estudiosos afirmaron que tal vez sea hora de “hacer una pausa” en la fluoración del agua, no llegaron a decir que el mineral debería extraerse de los suministros de agua.
En septiembre, un juez federal de California decretó que, si bien no podía terminar con certidumbre que el agua fluorada fuera un riesgo para la salud pública, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. debería robustecer las regulaciones sobre la fluoración del agua.
¿Qué deben hacer los progenitores?
Los especialistas mantienen que no hay patentiza admisible que pruebe que el fluoruro haya reducido los niveles de factor intelectual de los pequeños.
Teniendo en cuenta la ciencia, los progenitores deberían poder hacer preguntas sobre lo que consumen sus hijos, aseveró el Dr. Richard Besser, ex directivo interino de los CDC y actual presidente de la Fundación Robert Wood Johnson.
“Cualquier padre debería sentirse muy cómodo preguntándole al médico de su hijo: ‘¿Cuál habría de ser mi enfoque respecto del fluoruro para resguardar los dientes de mi hijo?’”, afirmó Besser. “Esas son preguntas apropiadas, mas decir que el fluoruro no tiene valor va contra la ciencia y la patentiza”.
Este artículo fue publicado originalmente en NBCNews.com