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Una lealtad moderna que probablemente dé sus frutos

En medio de todos y cada uno de los avances renovadores que se están generando ahora, no cabe duda de que las compañías deben trabajar velozmente para sostenerse a la cabeza de sus industrias, usando lo que es posible en las implementaciones de inteligencia artificial.

Una cosa que sucede, en buena medida, son las lealtades corporativas.

Tenemos empresas que dominan sus campos verticales, mas no acostumbran a tener ese bulto completo interiormente. Cooperan con otros para sostenerse a la cabeza en todo cuanto ofrecen a clientes del servicio empresariales o usuarios.

Ahora, por poner un ejemplo, Amazon está redoblando su asociación con la start-up de IA Anthropic, para permitir a los clientes del servicio de AWS emplear servicios basados ​​en los nuevos modelos de Anthropic.

Después de una inversión de cuatro mil millones de dólares estadounidenses en el mes de septiembre del año pasado, Amazon anuncia ahora una segunda ronda al mismo coste.

¿Qué desea decir esto?

Significa que Amazon Web Services, la división de servicios web gestionados de Amazon, integrará productos y capacidades de Anthropic en sus plataformas.

AWS en la era de la nube

Durante la era de la nube y la virtualización, Amazon Web Services se transformó en un nombre familiar y, en buena medida, dominante en la industria de la nube. Ofrece almacenaje de objetos, capacidad de servidor y más bajo la premisa de virtualización e infraestructura distribuida. Existen muchas ocasiones plug and play para las compañías. Entonces, en la prisa por ir a la nube, AWS se multiplicó.

Aquí hay un profesional hablando sobre cuál era la regla en los días anteriores a la virtualización:

“En la era precedente a la virtualización, la implementación de la infraestructura era manual. La infraestructura tardó meses en aprovisionarse, guardarse, apilarse, cablearse, instalarse y configurarse”, escribe Stephen Orban para el weblog de estrategia empresarial en la nube de AWS. “La mayoría de las aplicaciones eran monolíticas, con angostas interdependencias e implementación manual. Las guías de instalación y configuración generalmente tenían docenas, si no cientos, de páginas. La eficacia del centro de datos asimismo fue un reto. Con ciclos de suministro tan largos, las compañías con frecuencia proveían entre un veinticinco% y un cuarenta% más de lo preciso a lo largo del uso pico. Con tanta capacidad desperdiciada, las tasas de utilización eran con frecuencia inferiores al diez%. En este modelo, todos y cada uno de los equipos de desarrollo, infraestructura y operaciones operaban en silos, lo que requería semanas o meses de planificación para cada cambio. Las operaciones en sí se transformaron en un reto esencial, ya que todo se administraba y operaba manualmente, con poca estandarización entre entornos”.

Entonces todo cambió.

A medida que la nube tomó el control, de súbito, las compañías pudieron sencillamente subcontratar todas y cada una de las necesidades de sus centros de datos. Podrían poner cargas de trabajo y conjuntos de datos en la nube y acceder a ellos conforme sea preciso. Podrían conseguir niveles de servicio flexibles bajo demanda para escalamiento o uso activo.

Y así lo hicieron, en multitud. AWS medró velozmente y ganó una legión de clientes del servicio empresariales, lo que le llevó a un éxito progresivo. Acá está esto de Statista:

“AWS colectó más de noventa mil millones de dólares estadounidenses estadounidenses en ingresos por ventas netas, lo que forma una parte significativa del total neto de Amazon para dos mil veintitres”.

Ahora, con la IA, todos estos clientes del servicio pueden acceder sin inconvenientes a modelos Anthropic, como Claude, que aprende a emplear una computadora como un humano y efectuar labores de agencia como una entidad de IA.

Si lo piensas bien, esta asociación tiene mucho sentido y probablemente sirva de modelo para otras empresas. En otras palabras, un distribuidor de servicios en la nube trabaja con una compañía de inteligencia artificial en particular para emplear sus modelos y llevar la capacidad de inteligencia artificial a los clientes del servicio.

También hay mucho potencial al anunciar estas asociaciones. Aumenta el reconocimiento y la reputación de las compañías en el planeta tecnológico.

Un gigante en tecnología y más allá

Es interesante apreciar, no obstante, que Amazon no empezó desde un sitio reservado. Aparte de dominar los servicios en la nube, exactamente el mismo nombre de empresa asimismo es homónimo de entrega de bultos, evidentemente. Su creador vale muchos miles y miles de millones de dólares estadounidenses, ya que la compañía cuenta no con una, sino más bien con dos divisiones monolíticas.

Pero ya sea que su empresa sea la más grande o una PYME, el principio prosigue siendo el mismo: nuevas empresas como Anthropic y grandes nombres como OpenAI ofrecen el poder de sus modelos al planeta empresarial. Esto determinará la veloz evolución del planeta empresarial, conforme nos demos cuenta de lo que pueden hacer los grandes modelos lingüísticos y las redes neuronales. Contemos ciertas nuevas habilidades que han adquirido en solo un par de años:

· Razonar y dar cadenas de pensamiento, explicando procesos de múltiples pasos.

· Producir todo género de gráficos y textos de alta calidad.

· Trabajar en labores de alto nivel de forma independiente con una mínima supervisión humana.

· Añadir y procesar conjuntos de datos masivos para desarrollar recomendaciones concretas para casos de uso específicos

Esto es solo el inicio, mas ya se puede ver lo transformador que va a ser todo esto, y los vanguardistas como Amazon se favorecerán enormemente.