Jensen Huang, director de Nvidia, examinó en el podcast No Priors centrado en la inteligencia artificial el término de “Ley de Hyper Moore”. Sugirió que el desempeño informático de la IA podría proseguir una curva aun más pronunciada que la Ley de Moore, que de forma tradicional representa una duplicación del número de transistores cada un par de años. Huang afirmó: “No me sorprendería que, tal y como la gente piensa sobre la Ley de Moore, que se multiplica por dos cada un par de años, estemos en una suerte de hipercurva de la Ley de Moore”.
Amplió este término explicando el efecto compuesto, diciendo: “Cuando se duplica o tresdobla de año en año en solo unos pocos años, se aúna. Se agudiza de forma verdaderamente agresiva”.
Durante bastante tiempo el término rector de la informática, la Ley de Moore: la observación hecha por el cofundador de Intel, Gordon Moore, pronostica que el número de transistores en un dispositivo se duplica más o menos cada un par de años, lo que aumenta el desempeño. A lo largo de décadas, el ámbito de los semiconductores se ha visto impulsado por esta idea esencial.
Para los inversores, esta visión representa un cambio revolucionario. Nvidia, líder mundial en inteligencia artificial y tecnología GPU, está bien lista para beneficiarse de un desarrollo tan explosivo. Nvidia está firmemente a la cabeza del próximo desarrollo en informática conforme la demanda de capacidades avanzadas de IA se dispara por el hecho de que el futuro del hardware y software de IA ofrece posibilidades de desarrollo hasta el momento inauditas.
¿Qué es la ‘ley de Hyper Moore’ y por qué es esencial?
El término de Nvidia de “Ley de Hyper Moore” se extiende alén de la idea tradicional de incrementos incrementales en el número de transistores. Huang imagina un futuro en el que el desempeño de la informática de IA se duplica o tresdobla anualmente. En contraste a la Ley de Moore, que está sosten a los avances del hardware, este ritmo hiperacelerado estaría impulsado por mejoras holísticas en el software, las redes, los algoritmos y la infraestructura del centro de datos. Huang apunta estas mejoras combinadas como clave para desbloquear soluciones de inteligencia artificial a mayor escala y reducir los costos computacionales.
Este término es esencial por el hecho de que sugiere un modelo de desarrollo exponencial, más veloz que la trayectoria histórica de los semiconductores. Para los inversores, un ritmo de desarrollo de la “Ley de Hyper Moore” implica que las tecnologías de Nvidia podrían evolucionar a un ritmo sin precedentes en la historia de la informática, lo que potencialmente pondría a Nvidia en una clase propia en el ámbito de la IA. Si tiene éxito, esto podría producir ganancias inmediatas para Nvidia y creación de valor en un largo plazo en los ecosistemas de tecnología e inteligencia artificial.
¿Qué impulsa esta aceleración?
Un cambio a un ciclo de producto de un año, el doble de su cadencia precedente de un par de años, destaca el deseo de Nvidia de dominar la próxima fase del desarrollo de la inteligencia artificial. Este veloz cambio representa un intento calculado de sostenerse por delante de los contrincantes y satisfacer la creciente demanda de capacidades avanzadas de inteligencia artificial. Los ciclos más veloces dejan a Nvidia ofrecer con regularidad productos de próxima generación de alta potencia, produciendo así una ventaja en un ámbito en veloz evolución.
Esta aceleración usa avances completos en toda la pila de IA (redes, software, algoritmos e integración de hardware) en vez de depender solo del hardware. Al progresar cada elemento, Nvidia crea sistemas que colaboran a la perfección, mejorando así el desempeño total mucho alén de lo que la innovación de chips podría conseguir.
Escalar labores en superclusters de GPU más grandes es un componente clave del enfoque de Nvidia, ya que deja cálculos en niveles hasta el momento inauditos. Estos superclusters, que entienden miles y miles de GPU, son esenciales para lanzar nuevas ideas en industrias exigentes.
Una mayor potencia y eficacia informática podría reducir drásticamente los costos, abriendo ocasiones de adopción en industrias en transformación, incluidas la atención médica, la banca y la logística, atrayendo así a Nvidia a inversores en un largo plazo que procuran exposición a la expansión impulsada por la IA.
Implicaciones prácticas y aplicaciones de la ley de Hyper Moore
La aceleración exponencial del poder de procesamiento podría convertir las estructuras de costos en todos y cada uno de los ámbitos y permitir un cambio sísmico en la disponibilidad de inteligencia artificial para las compañías más pequeñas. Conforme reduzca el costo de los recursos informáticos, esta democratización de la inteligencia artificial dejará que aun las compañías más pequeñas empleen el aprendizaje automático para una interacción más centrada con el consumidor y operaciones más inteligentes. Desde el comercio minorista hasta la banca y la atención médica, las industrias abundan en ganancias potenciales. La capacidad de procesamiento mejorada de la IA podría apresurar la investigación de fármacos, progresar la precisión del diagnóstico y permitir una terapia muy personalizada en el ámbito de la salud. Aunque el comercio minorista y el comercio on-line usan una mayor inteligencia artificial para sugerencias de productos adaptados y administración de inventario predictiva para mudar la experiencia del usuario, las finanzas van a ser testigos de avances en la detección de fraude, el comercio algorítmico de alta frecuencia y una sólida evaluación de peligros.
Como apunta Huang, las ocasiones son grandes, ya que estos avances abren el camino para avances en sistemas autónomos y abordan inconvenientes informáticos que ya antes eran imposibles. Para los inversores, Nvidia se ubica en el centro de esta revolución, ya que sus productos son esenciales para muchos de estos usos en desarrollo. Probablemente prosigan contratos industriales y coaliciones de alto valor; por consiguiente, la alineación de Nvidia con esta veloz transformación podría transformarse en recompensas significativas y, por consiguiente, en una cuestión de inversión estratégica en un futuro definido por ámbitos impulsados por la IA.
Riesgos y retos del hipercrecimiento de la IA
Nvidia tiene múltiples contrariedades técnicas que pueden afectar su camino mientras que prosigue ampliando los límites de la capacidad de inteligencia artificial. Conforme los fabricantes de chips se aproximan al nivel atómico, las limitaciones físicas de los materiales semiconductores presentan retos y hacen poco a poco más bastante difícil reducir su tamaño. Además de esto, singularmente conforme aumenta la demanda de procesamiento de inteligencia artificial, el enorme consumo de energía y las esenciales necesidades de refrigeración de los grandes conjuntos de GPU crean inconvenientes de sostenibilidad y aumentan los costos de funcionamiento. Alén de las puras restricciones técnicas, Nvidia debe negociar un terreno ético y legal bastante difícil. Las preocupaciones sobre la privacidad de los datos, la moral de la toma de resoluciones de la IA y el posible escrutinio regulativo son inconvenientes crecientes con los que Nvidia y sus contendientes de la industria deben lidiar conforme la inteligencia artificial se extiende a más esferas de la vida. El ambiente competitivo agrega más complicaciones; Empresas como AMD e Intel están acentuando sus sacrificios para apresurar los desarrollos de hardware de IA, lo que ejercita más presión sobre Nvidia para sostener su ventaja tecnológica.
Desde el punto de vista de la inversión, el desarrollo exponencial acarrea tanto riesgo como posibilidad. Si bien la postura renovadora de Nvidia en hardware de inteligencia artificial se ajusta a patrones de expansión en un largo plazo, el veloz ritmo de cambio puede potencialmente ocasionar turbulencias. Los inversores deberían ponderar la orientación estratégica de Nvidia en un mercado en transformación, como los obstáculos en un corto plazo.
Bajo la dirección soñadora de Jensen Huang, Nvidia está posicionada para liderar una era de expansión exponencial impulsada por lo que llama “Ley de Hyper Moore”, un salto radical en la capacidad informática de inteligencia artificial que podría remodelar el negocio de los semiconductores. El hardware lo distingue singularmente como un facilitador vital de la adopción extensa de la IA, una situación que tiene el potencial de brindar a los inversores ganancias significativas en un largo plazo. El beneficio tecnológica de Nvidia podría traducirse en coaliciones significativas y mayores accionistas. valor conforme las compañías, desde las finanzas hasta la atención médica, incorporan la IA más a fondo. Sostenerse actualizado sobre los desarrollos de Nvidia en hardware de IA y las acciones estratégicas en el ecosistema tecnológico más extenso es vital para los inversores, ya que el negocio da forma significativamente a un futuro, que depende eminentemente de la inteligencia artificial.
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