La Oficina Federal de Prisiones (BOP) todavía tiene problemas para interpretar la Ley del Primer Paso (FSA), que se promulgó en diciembre de 2018 bajo el gobierno de Donald Trump. Cuando Trump regrese a la Casa Blanca el próximo enero, verá una BOP que todavía tiene dificultades para implementar la FSA, cuyo objetivo era atesorar fortuna en encarcelamiento. Sin bloqueo, la BOP ha seguido interpretando la FSA de una forma que favorece el encarcelamiento más prolongado en instituciones en motivo de mandar a hombres y mujeres a opciones comunitarias menos restrictivas, como centros de reinserción social y confinamiento domiciliario. Un sentenciador del Distrito Medio de Alabama dictó un arbitraje que podría afectar las sentencias de miles de prisioneros federales, si la BOP hiciera un cambio más amplio en sus políticas en motivo de enfrentarse los problemas uno por uno en los tribunales.
La Corte Suprema falló este año en ran">Loper Bright Enterprises contra Raimondoque las agencias gubernamentales están limitadas en cómo interpretan la implementación de una ley. En Loper, un agrupación de pescadores de arenque de Nueva Elástica se opuso a una norma federal que les exigía no sólo meter monitores gubernamentales en sus barcos sino además sufragar el costo de esos monitores: unos 700 dólares al día. El pescador retrocedió y la Corte Suprema se puso del flanco de ellos. Sin bloqueo, las ramificaciones de la intrepidez van mucho más allá de la pesca.
La BOP tenía la tarea de implementar la FSA y la ley parecía factible cuando se aprobó. Permitió que algunos presos, de mínima y quebranto seguridad, que no tuvieran un delito inhabilitante, participaran en la programación para obtener hasta 365 días de descuento en su condena. Encima, pueden obtener créditos para la custodia previa a la permiso, el centro de rehabilitación y el confinamiento domiciliario. Pero la BOP definió cuándo un recluso puede comenzar a obtener fortuna a partir del momento en que una persona llega a la institución designada. Eso resulta ser un gran problema.
A muchos presos, en particular a los de seguridad mínima, se les permite entregarse voluntariamente a prisión semanas luego de la sentencia. Cuando la persona llega a prisión, es cuando comienza su sentencia y cuando puede comenzar a obtener créditos de la FSA. Sin bloqueo, hay otros presos que están detenidos en el momento de la sentencia o que son detenidos en el momento de la sentencia, que deben esperar su designación y luego ser trasladados a la prisión. Este proceso puede transigir meses y la BOP ha determinado que el tiempo entre la sentencia y el momento en que la persona bajo custodia llega a la institución es no contados para los créditos de la FSA. Si proporcionadamente esto puede no ser un gran problema para un solo preso en lo que se refiere a los días libres de sentencia, esta situación les sucede a miles de presos todos los días, lo que representa un costo enorme para la BOP en miles de días de prisión.
Una cosa que Trump buscará en la BdP es el capital de costos, poco que fue esencia para convertir la FSA en ley. Según el mensaje de 2024 sobre la FSA, la BOP, “como fue el caso en el final mensaje, es demasiado pronto para evaluar los ahorros de costos resultantes de la implementación de la FSA”. Surtir a los prisioneros en instituciones en ruinas más tiempo del necesario seguirá costando cada vez más, poco que la oficina entrante tal vez no tolere.
Más allá de los ahorros, los tribunales le han propinado al BOP una serie de derrotas en su interpretación de la FSA. Algunos de estos en verdad podrían ahorrarle más fortuna a la BOP, si tan solo escuchara a los jueces que han fallado en contra de permitir que los prisioneros obtengan créditos de la FSA luego de la sentencia pero antaño de que alcancen su designación final.
En un caso federal de New Hampshire (Austen Yufenyuy contra Warden FCI Berlin), Austen Yufenyuy estaba en la prisión federal de FCI Berlin (New Hampshire) y cuestionó la regla del BOP de iniciar los créditos de la FSA solo luego de que el prisionero llegara a la institución. Yufenyuy fue sentenciado y pasó meses en tránsito antaño de venir a su institución designada y la BOP negó haberle regalado créditos por el tiempo que estuvo en el camino desde el tribunal hasta su institución designada final. El sentenciador de ese caso dictaminó que Yufenyuy debería obtener sus créditos, lo cual así hizo. Después fue puesto en desenvolvimiento, pero la BOP no aplicó esta sentencia a ningún otro preso ni apeló la intrepidez. Cerca de señalar, que el Yufenyuy se realizó en marzo de 2024, meses antaño de que la Corte Suprema se pronunciara en el caso Loper.
Ahora un sentenciador ha hecho relato a Loper en una intrepidez que, al igual que Yufenyuy, concedió al prisionero Sohrab Sharma (Distrito Medio de Alabama, Caso No.: 2:24-cv-158-RAH-KFP) sus créditos de la FSA por el tiempo que estuvo bajo custodia. en el momento de la sentencia hasta el momento de su arribada a la institución designada. El sentenciador de distrito estadounidense R. Austin Huffaker, Jr. señaló que la BOP ha utilizado su discreción en el pasado para otorgar créditos de la FSA cuando la persona no estaba en la institución designada, pero lo hizo caso por caso. El sentenciador Huffacker concluyó: “[T]Los créditos de tiempo están disponibles para la programación completada exitosamente a menos que dicha programación se complete: (1) “antaño de la época de promulgación de este subcapítulo; o… durante la detención oficial antaño de la época en que comience la sentencia del prisionero según la sección 3585(a);” o (2) el prisionero no es elegible según la sección 3632(d)(4)(D). Sharma no cumple con ninguna de estas descalificaciones”. Huffaker no es un independiente de corazón sangriento. Fue designado por Trump.
La intrepidez de Loper de la Corte Suprema claramente dejó la interpretación de las leyes en situaciones como esta en manos de los tribunales. Varios tribunales de distrito han manifiesto ahora que los créditos de la FSA comienzan al estar bajo custodia pero luego de la sentencia… así que carencia sobre estar en una “institución designada”. Me comuniqué con la BOP para hacer comentarios y me dijeron que no hay carencia en proceso para cambiar la política en este momento.
El hecho de no implementar plenamente la FSA y de interpretarla como el Congreso quería que fuera sigue costando fortuna a la BOP y tiempo a los prisioneros allá de sus familias. No se proxenetismo de ser cobarde con el crimen, sino de ser inteligente con el fortuna de los contribuyentes. El Congreso pidió un cambio en la BOP y ahora las Cortes se han pronunciado. Si tan solo la BOP escuchara.