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Amplios espacios verdes urbanos pueden prevenir muertes y enfermedades relacionadas con el calor

La calcinación de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón libera cantidades masivas de dióxido de carbono y metano, que atrapan más calor de lo habitual en la entorno. A medida que la demanda mundial de electricidad se dispara, la calcinación de más combustibles fósiles ha provocado más emisiones de gases de impacto invernadero y más calor atrapado en la entorno inferior.

Hasta la data, los científicos han realizado más de 152 estudios para determinar cómo el cambio climático inducido por el hombre está haciendo que los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, sean mucho más probables o graves que nunca. Más del 90% de esos estudios han concluido que el cambio climático inducido por el hombre está haciendo que las olas de calor sean más frecuentes, severas y prolongadas en los últimos 20 abriles.

Si adecuadamente estas frecuentes olas de calor han causado estragos en la vitalidad pública, una nuevo Revista médica británica Un estudio informó que los espacios verdes urbanos desempeñan un papel crucial en la reducción de las tasas de enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

“Como consecuencias de la colonia y el cambio climático, son cada vez más evidentes las alteraciones ambientales como el impacto isla de calor urbano y otros fenómenos climáticos extremos. A estos problemas se suma el aumento de las temperaturas, impulsado principalmente por la rápida colonia”, escribieron los investigadores en el estudio.

“Para contrarrestar estos desafíos globales, que abarcan el cambio climático, la inequidad en vitalidad y la colonia sostenible, las áreas verdes o la cubierta vegetal urbana son fundamentales”, agregaron.

Durante las olas de calor, los niños y los ancianos son los más vulnerables a sufrir agotamiento por calor y deshidratación y, en algunos casos, los impactos adversos de las altas temperaturas podrían incluso zanjar siendo mortales. “Los cuerpos en ampliación de los niños, la beocio resiliencia fisiológica de los adultos mayores y el estado de vitalidad comprometido de aquellos con enfermedades crónicas hacen que estos grupos sean particularmente susceptibles al estrés por calor y a las enfermedades relacionadas con el calor. La vulnerabilidad exacerbada de estas poblaciones resalta la indigencia crítica de estrategias de vitalidad pública y planificación urbana específicas”, explicaron los investigadores.

Los espacios verdes urbanos, como parques y calles arboladas, actúan como amortiguadores del implacable calor del verano y protegen a los residentes de la exposición directa a las altas temperaturas. Para investigar más a fondo cuán efectivos pueden ser los espacios verdes para predisponer enfermedades y muertes relacionadas con el calor, los autores revisaron 12 estudios realizados en Hong Kong, Vietnam, Japón, Corea del Sur, Portugal, Australia y Estados Unidos.

Los autores destacaron que, aunque su estudio se centró principalmente en países de ingresos altos, los impactos de las temperaturas extremadamente altas deberían estudiarse más a fondo en los países de ingresos bajos y medios. “Las personas que viven en entornos de bajos fortuna son particularmente susceptibles, ya que el trabajo manual al gracia atrevido es más global y la acoplamiento al cambio climático es costosa. Encima, corren un anciano aventura de sufrir olas de calor conveniente a la escasez de electricidad durante los meses de verano, lo que perjudica aún más a quienes no pueden permitirse fuentes alternativas de energía”, señalaron.

Se refirieron a una devastadora ola de calor de 2015 en Karachi, Pakistán, donde 65.000 personas fueron trasladadas de necesidad al hospital con síntomas relacionados con el calor. “Además se informan muertes relacionadas con el calor en países como India y Bangladesh, donde las personas están expuestas al calor extremo conveniente al cambio climático y a los pertenencias de las islas de calor”, agregaron los autores. “Los estudios han contrario que las áreas con más espacios verdes tienen tasas más bajas de morbilidad y mortalidad relacionadas con el calor en comparación con áreas con menos espacios verdes. Encima, la cubierta vegetal urbana todavía puede tener un impacto positivo en la vitalidad mental y el bienestar, lo que todavía puede contribuir a ceñir los pertenencias negativos de las altas temperaturas para la vitalidad”.