HISTORIA: Volkswagen podría cerrar fábricas en Alemania por primera vez en su historia.
Y eso es una señal de cuánta presión enfrenta el principal fabricante de automóviles de Europa por parte de sus nuevos rivales asiáticos.
El comité de empresa de la empresa ha prometido oponerse firmemente a cualquier medida de ese tipo.
Se dice que VW ha identificado una gran planta de vehículos y una industria de componentes como obsoletas.
La medida marcará el primer gran enfrentamiento con los sindicatos para el director ejecutor Oliver Blume, quien había sido pasado más como un creador de consenso.
Ha dicho a la dirección que factores como un entorno financiero difícil y nuevos rivales asiáticos exigen movimiento.
La compañía ha sufrido una esforzado pérdida de cuota de mercado en China, donde está luchando por competir con actores locales como BYD.
Todo esto ha hecho que las acciones de VW pierdan en torno a de un tercio de su valía en los últimos cinco primaveras.
Pero la empresa emplea a unos 680.000 trabajadores y es un símbolo de la industria alemana, lo que la hace políticamente cargada.
La última vez que intentó hacer cambios importantes, en 2022, las medidas fueron derrotadas por el poderoso sindicato IG Metall.
Ahora sus nuevos planes serán una preocupación para el canciller ario Olaf Scholz y su gobierno de coalición, ya bajo presión a posteriori de perder una selección regional en presencia de rivales de extrema derecha durante el fin de semana.
Hasta ahora, el Ocupación de Pertenencias ha pedido a VW que actúe con responsabilidad, pero se ha torpe a hacer comentarios sobre los recortaduras planeados.
Se aplazamiento que el miércoles los altos ejecutivos se dirijan al comité de empresa para tratar los posibles cambios.
La presidenta del consejo, Daniela Cavallo, prometió que será una reunión “muy incómoda” para la dirección de la empresa.