La nominación de Tulsi Gabbard para ser el próximo director de inteligencia nacional puede que no lo haga feliz, pero ciertamente está haciendo feliz a alguien: el presidente ruso Vladimir Putin.
En Rusia, la respuesta a la nominación del exrepresentante de Hawái ha sido “alegre”. Los New York Times informó el martes.
Komsomolskaya Pravdaun periódico ruso, aduló a Gabbard en un artículo la semana pasada, señalando que “la CIA y el FBI están temblando”. El artículo también señalaba que los ucranianos consideraban a Gabbard como “un agente del Estado ruso”.
La decisión de Trump de nominar a Gabbard, precisamente, indica su clara voluntad de acercarse a Putin.
“Nominar a Gabbard para director de inteligencia nacional es el camino al corazón de Putin, y le dice al mundo que Estados Unidos bajo Trump será un aliado del Kremlin en lugar de un adversario”, dijo la académica autoritaria Ruth Ben-Ghiat al Veces.
Gabbard ha defendido la incursión de Rusia en Ucrania, afirmando que Estados Unidos había provocado la agresión rusa y que Ucrania albergaba biolaboratorios financiados por Estados Unidos que estaban desarrollando armas biológicas secretas, una pieza de propaganda estatal extranjera que le valió la reputación de ser un activo ruso.
La representante de Virginia, Abigail Spanberger, dio la alarma sobre Gabbard en MSNBC, señalando que, si se confirma, Gabbard sería responsable de preparar las sesiones informativas diarias del presidente y probablemente incluiría propaganda rusa.
El ex director de la CIA, John Brennan, también expresó su preocupación sobre Gabbard en MSNBC el martes. “[Gabbard] ha hecho y dicho cosas a lo largo de los años que realmente [have] “Causó gran preocupación sobre dónde residen sus simpatías y sentimientos, pero además no tiene experiencia ni antecedentes en la profesión de inteligencia”, dijo.
El senador de Connecticut, Chris Murphy, dijo a MSNBC que Gabbard era conocido por “seguir la línea de regímenes despóticos brutales”.
Rusia no es el único Estado autoritario que Gabbard defendió: también respaldó al presidente sirio Bashar Al Assad, al primer ministro indio Narendra Modi y al egipcio Abdel Fattah Al Sisi.