Los residentes del pueblo que ha recibido más quejas sobre el HS2 afirman que la vida rural se ha pasado destrozada por unas obras de construcción “infernales” que dejan sus casas temblando por la perplejidad. Los vecinos de Meriden, West Midlands (conocido como el centro histórico de Inglaterra), hartos, afirman que las obras ruidosas y residir adyacente a una “obra de construcción titán” les están haciendo la vida inverosímil. Algunos han denunciado que no pueden amodorrarse por la perplejidad como resultado de la tembleque de la maquinaria pesada en sus propiedades mientras continúan las obras del esquema ferroviario de incorporación velocidad de 100.000 millones de libras. Los habitantes del pueblo incluso se han quejado del caos de tráfico causado por los camiones y las excavadoras que acceden a la obra, así como de que el pintoresco paisaje rural está siendo “dividido”.