“A veces, un desfile es una reacción al que lo precede”, reflexionó Victor Horsting detrás del escenario antes del desfile de alta costura de otoño de Viktor & Rolf.
Después de una programación de primavera que fue “muy negra, muy conceptual, casi una ilustración de una idea”, él y su socio creativo Rolf Snoeren estaban de humor para algo fresco, alegre y colorido.
Por supuesto, como siempre están buscando llevar las siluetas a los extremos, este pensamiento los llevó de regreso a su colección “Atomic Bomb” de otoño de 1998, toda la parte superior del cuerpo inflada y volúmenes extraños.
“Queríamos un enfoque similar, una exageración similar, pero queríamos que fuera más abstracto”, continuó Horsting. “Por eso pensamos en los bloques de construcción como si fueran un juego de niños, pero también en las formas geométricas y en cómo combinarlas con el cuerpo humano”.
Pero, como dijo una vez el artista Willem de Kooning, “incluso las formas abstractas deben tener un parecido”.
Los que Horsting y Snoeren propusieron para esta colección de “Alta Abstracción” en el salón de baile dorado del hotel InterContinental de París tenían parentesco con bocetos de alta costura, todos ángulos agudos y volúmenes magnificados.
Se inyectó un triángulo en la línea de los hombros del vestido de trinchera con abertura. Una esfera hizo que una blusa de lunares se hinchara, empujando hacia abajo los hombros del vestido cruzado que llevaba debajo.
Una elegante chaqueta a cuadros parecía vista desde una perspectiva imposible, su patrón conducía a un punto de fuga situado en algún lugar cerca del ombligo de la modelo. Las solapas extrañamente ajustadas o los dobladillos desequilibrados revelaron que eran efectos trompe-l’oeil al observarlos más de cerca.
Vestidos con tonos brillantes y combinaciones de estampados extrañamente armoniosos, se inclinaban más hacia lo lúdico que hacia lo sobrenatural y, en todo caso, tenían una vibra descarada de los años 80.
A pesar de toda su magia iconoclasta, no hace falta decir que Horsting y Snoeren son hábiles en la construcción, desarrollando estructuras tipo crinolina para respaldar esas ideas cortadas en satén duquesa, jacquards y sedas.
“Lo que nos gusta de ser abstracto es que le da libertad a la audiencia, a nosotros”, dijo Snoeren. “A veces, un poco de abstracción da un respiro”.
En una temporada de siluetas conservadoras en las pasarelas de alta costura, la descarada interacción de colores y formas de Viktor & Rolf se sintió como una pausa para tomar aire fresco.