CARACAS (Reuters) – El gobierno de Venezuela “intensificó dramáticamente” los esfuerzos para reprimir las protestas pacíficas y aumentó su maquinaria represiva tras las elecciones presidenciales del país en julio, según un informe de una misión de investigación de la ONU publicado el martes.
Las autoridades venezolanas actuaron para desmantelar y desmovilizar a la oposición, inhibir la difusión de información independiente y opiniones críticas y prevenir protestas pacíficas de manera “consciente y deliberada”, señala el informe.
“Estamos asistiendo a una intensificación de la maquinaria represiva del Estado en respuesta a lo que percibe como opiniones críticas, oposición o disenso”, dijo Marta Valinas, presidenta de la misión de investigación.
Las autoridades electorales y el máximo tribunal de Venezuela dijeron que el presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones sin mostrar todos los escrutinios, lo que llevó a los partidarios del candidato opositor Edmundo González a acusar al partido gobernante de fraude.
La oposición dijo que su propio recuento muestra una victoria de González, quien a principios de este mes solicitó asilo político en España después de que se emitiera una orden de arresto en su contra.
Unas 25 personas murieron en medio de las protestas posteriores a las elecciones, mientras que 2.400 fueron arrestadas, según portavoces oficiales.
La respuesta represiva a las protestas marcó un nuevo hito en el deterioro del Estado de derecho, según la misión de investigación.
“Las principales autoridades públicas abandonaron toda apariencia de independencia y se sometieron abiertamente al ejecutivo”, señala el informe.
El informe señaló que la “represión” de las manifestaciones generó un clima de temor entre la población venezolana y conformó una política para silenciar y desalentar a la oposición.
El gobierno de Maduro ha culpado a la oposición por las muertes en las protestas y ha llamado a los manifestantes “extremistas” y “fascistas”.
Según la misión de investigación, 24 de las 25 muertes fueron causadas por heridas de bala, la mayoría en el cuello.
Los arrestos durante la operación “toc toc” -llamada así para referirse a los golpes que las autoridades hacían a las puertas de opositores o disidentes- afectaron a ciudadanos comunes de barrios pobres, señala el informe.
Las denuncias de “desapariciones forzadas” no observadas han aumentado desde 2019, al igual que los informes de tratos crueles y tortura, añadió.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas estableció la misión de investigación sobre Venezuela en 2019, cuyo mandato se extendió hasta este septiembre.
(Reporte de Deisy Buitrago; redacción de Oliver Griffin; edición de Stephen Coates)